Industria de conchas de abanico en Sechura resiste al ciclón Yaku: fenómeno provocó pérdidas de 60 millones de soles

La cosecha de conchas de abanico es una de las principales actividades socioeconómicas en la costa norte del país. Debido al ciclón Yaku y a las fuertes lluvias a inicios de este año, esta industria se vio furtemente afectada y tuvo pérdidas de hasta 60 millones de soles, indicó la alcaldesa del distrito de Sechura, en Piura, Carmen Morales.

En los últimos años la concha de abanico se ha convertido en una actividad económica relevante en la región de Piura, principalmente en la provincia de Sechura. Esta da trabajo a varias familias, aproximadamente 40 mil sechuranos, dijo el Gerente de Recursos Naturales y Gestión del Medio Ambiente del Gobierno Regional de Piura, Juan Aguilar.

Estos trabajadores se han visto perjudicados por las lluvias, las cuales han ocasionado una alteración del ecosistema marino, debido a que no se tenía previsto un fenómeno de tal magnitud. Actualmente se requiere de planificación y ordenamiento para poder revertir los daños ocasionados, a la vez que se implementan prácticas de resiliencia ante el cambio climático y el fenómeno del niño, agregó el Gerente Regional de Recursos Naturales y Gestión del Medio Ambiente.

“Hoy en día Parachique [lugar de la actividad de conchas de abanico en Sechura] posee un 90% de mortalidad a causa del ciclón Yaku”, indicó el asesor técnico del Consejo de Maricultores de Sechura, Jose Aldana. Esto debido a la alteración de la salinidad del agua del mar, la variación de la temperatura y la presencia de fuertes corrientes que enterraron a las conchas.

Todo ello conlleva a la generación de desempleo en varias áreas de la cosecha y exportación de las conchas de abanico. Pobladores que vivían de la actividad han tenido que dejar su soporte financiero y exponerse a la búsqueda de empleo. Algunos hombres han buscado un trabajo en el sector construcción, mientras que las mujeres en el trabajo con pota, los cuales no son remunerados de la misma manera como en el negocio de la concha, dijo Olga Maza, descargadora de conchas de abanico.

Según la alcaldesa de Sechura, debido a la preocupación del Consejo de Maricultores de Sechura se llevó a cabo una reunión con la presidenta del Perú, Dina Boluarte, para que les brinde una solución. Ahí se mencionó sobre un bono para que puedan continuar sus labores, incluso se conversó de algunos créditos que se les pueda brindar a los trabajadores para que esta actividad pueda salir a flote como corresponde.

Por otro lado, Juan Aguilar destacó la importancia de abordar la producción de conchas de abanico desde una perspectiva de cadena productiva y economía circular. Es fundamental aprovechar el recurso disponible, que tiene un gran atractivo en el mercado internacional, teniendo en cuenta la lógica de mercado y la sostenibilidad para asegurar la perdurabilidad de la actividad económica a largo plazo.

Para lograrlo es necesario organizar de manera eficiente la parte productiva, desde las organizaciones de productores hasta las zonas marinas de explotación. Es crucial examinar toda la cadena, incluyendo los suministros de insumos y el tratamiento de los residuos generados, con el objetivo de aprovechar estos residuos en alternativas que generen nuevas oportunidades para los productores. Asimismo, el gerente resaltó la necesidad de la intervención del gobierno regional para impulsar la actividad de conchas de abanico en Sechura a través de proyectos de inversión pública.

César Leigh, periodista piurano reconocido por sus reportajes ambientales, señaló que “el Perú es un país lleno de desorden”, nada más cercano a nuestra realidad en Piura. Si las autoridades cumplieran con la misión para la que fueron elegidos, los fenómenos naturales no nos dolerían tanto.

En síntesis, el ciclón Yaku ha dejado una huella significativa en la producción de conchas de abanico, pero también nos advierte que como región debemos tener una mejor preparación para este tipo de situaciones, solo a través de un enfoque colectivo podemos lograr un cambio. Sechura se enfrenta a un largo camino de recuperación, juntos debemos asegurarnos de que las conchas de abanico sigan siendo uno de los sustentos que nos ofrece nuestro maravilloso mar peruano.