Diandra Douglas suetando el galardón.

Anoche tuvo lugar una cena en la mítica suite 702 del Hotel Valparaíso, de Palma, en el transcurso de la cual su director general, Toni Ferrer, hizo entrega del galardónMallorquín del verano’ a Diandra Douglas. Al acto asistieron alrededor de 70 personas, entre periodistas, amigos de la homenajeada y representantes de diversas instituciones.

Antes de a la cena, en la terraza de la citada suite, desde la que se divisa la mejor panorámica sobre la bahía palmesana, se sirvió un aperitivo a base de productos mallorquines, acompañados de palo con sifón.
Toni Ferrer, tras hacer entrega del galardón a Diandra –es una escultura de cristal soplado diseñada y hecha expresamente por la firma Gordiola–, recordó el enorme cariño que siente ésta por Mallorca, isla que conoció siendo una niña y en la que creció siendo adolescente. «Aparte –señaló Toni Ferrer–, Diandra, desde siempre ha sido una gran defensora de Mallorca y, muy especialmente, de la Costa Nord. Y a la hora de promocionar la Isla en Estados Unidos, lo ha hecho con gusto. Y además de todo eso, a sus hijos les ha sabido inculcar su amor por Mallorca y su cultura. Pudiendo pasar el verano en cualquier lugar paradisíaco del Pacífico, vienen con ella cada año a la Isla. Por ello, para nosotros es un honor concederle este galardón».

También recordó Ferrer que le honra dirigir un hotel que, pese al cambio de propiedad, sigue siendo mallorquín para disfrute de gente de Mallorca y para quienes, viniendo de fuera, quieren disfrutar de la Isla.

La cena, elaborada por el equipo de cocina del Hotel Valparaíso dirigido por el chef, Carlos Botella, fue de lo más exquisita y variada: arroz meloso de gamba mallorquina, hoja glacial y espuma de limón verde y pimienta; lomo y costilla de cordero mallorquín relleno de sobrasada de Mallorca y tumbet con membrillo y salsa de camomila; copa de fresas y yogur con espuma de chocolate blanco y caramelos de frambuesa, y cremoso de chocolate con pera acompañado de helado de almendra cruda al tomilloy salsa de manzana con vainilla. Los vinos fueron un blanco Nou Nat, de la bodega Binigrau; un tinto Sotil, de Mesquida Mora, y un dulce, de Binigrau.
Entre los invitados, además de la homenajeada Diandra Douglas, se encontraban su buena amiga Luisa del Valle; otro buen amigo suyo, el anticuario, Karim Gaafar; Montse Jaén, directora general de Turisme del Govern; Eduard Gamero, presidente Fomento de Turismo; Rafel Ferragut, Alejandra Salvá, Ramón Servalls, Guiem Ferrer y Margarita Lliteras, entre otros.

Volviendo a Diandra, a quien las circunstancias de la vida la llevarían a Estados Unidos, donde se casaría con el actor Michael Douglas y con tendría un hijo, Cameron, a pesar de la distancia, siempre llevaría con ella el recuerdo de la Mallorca que la vio crecer. Un buen día surgió la ocasión de adquirir una casa en la Isla y ella se decidió por buscar una en una zona que conocía muy bien, Valldemossa, y la encontró. Y no era una casa como otra cualquiera, sino que la había construido el Arxiduc Lluís Salvador, a la que había llamado s’Estaca. Desde entonces a hoy, Diandra sigue viniendo años tras año a s’Estaca, casa que espera que algún día la disfrute su hijos Cameron y los hermanos de éste.