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Red Internacional

EN DEFENSA DE LOS PUESTOS DE TRABAJO. Obreros de la Mina Cobriza y del Complejo Metalúrgico de La Oroya de Doe Run Perú continúan luchando por el derecho al trabajo

Los trabajadores mineros han sido duramente afectados por la crisis sanitaria y económica que hoy se vive en el Perú. Mientras muchos de ellos se vienen contagiando masivamente en los campamentos y centros mineros, un sector también importante viene siendo golpeado por el desempleo y la precarización laboral. A continuación, detallamos la lucha que vienen llevando adelante los trabajadores mineros de la Oroya y Cobriza ante el cierre de su centro de trabajo.

Fotos: Sindicato de Trabajadores de Cobriza
Fotos: Sindicato de Trabajadores de Cobriza

El 10 de setiembre pasado se dio inicio a una movilizaciónen los exteriores del Ministerio de Energía y Minas en Lima contra el abandono en el que se encuentra el complejo metalúrgico de la Oroya y la mina Cobriza. Ambos centros mineros, cuya concesión ha pertenecido a la empresa americana Doe Run Perú, actualmente se encuentran en proceso de liquidación. De igual forma, el 10 de setiembre se produjo un paro nacional en Huancavelica y en Huancayo exigiendo la reanudación de labores mineras y metalúrgicas en la región, pues en la actualidad más de 3 000 familias no tienen sustento alguno en medio de esta crisis sanitaria.

Breve recuento de la paralización de labores mineras de la empresa Doe Run Perú

Como recordamos, en el año 2009 la empresa minera Doe Run Perú se declara en insolvencia e inicia un procedimiento concursal. La empresa Doe Run Perú sugirió a los obreros del complejo metalúrgico de la Oroya sobrellevar esta paralización de actividades con subvenciones mensuales, muy inferiores a los salarios que recibían, mientras se dilucidaba el destino del complejo metalúrgico a mano de la Junta de Acreedores.

Uno de los principales acreedores de Doe Run Perú era el Ministerio de Energía y Minas, que tenía deudas millonarias con la empresa por concepto de multas ambientales. A pesar de ello, a través de todos estos años, el Estado Peruano no ha hecho nada por reanudar las labores de un complejo a todas luces útil y en buen estado.

La Mina Cobriza, en contraste, siempre estuvo operativa en medio de este largo proceso concursal. Como señaló Mariana Rojas en la nota “Breve Historia del Complejo Metalúrgico de la Oroya y de la Mina Cobriza” publicada en la Izquierda Diario Perú, la mina Cobriza paraliza funciones a raíz de un accidente técnico en la planta relavera de la mina, produciéndose la muerte de dos operarios.

Por esta mala administración de los relaves de la empresa concursal Los Carrizales, empresa que administraba el patrimonio empresarial de Doe Run Perú en aquella fecha, el Ministerio de Energía y Minas ordena la paralización de labores. A la fecha, son más de 8 meses de paralización de labores sin subsidios ni salarios en la mina Cobriza. Esta paralización intempestiva y prolongada de las labores en la mina ha generado el incremento de la pobreza en la región, pues los trabajadores de cobriza y las actividades de la mina en la región de Huancavelica promovían el consumo, compra y venta de los productos agrarios de los comuneros campesinos de la zona. Por eso, la paralización de labores afecta la economía de las familias de los obreros mineros, vulnerando negligentemente su derecho al trabajo, y también afecta a los campesinos de las zonas aledañas a los centros mineros.

Jornada de lucha el 10 de setiembre

En esta oportunidad, los trabajadores mineros del sindicato de la Mina Cobriza y del Complejo Metalúrgico de la Oroya, acompañados con una pequeña comitiva de las amas de casa, realizaron una movilización frente al Ministerio de Energía y Minas en Lima, Ministerio actualmente presidido por el ministro Luis Miguel Incháustegui, hijo del Ex Ministro de Energía y Minas Juan Incháustegui Vargas, militante del partido político Acción Popular en 1984.

Los obreros cuestionaron el largo proceso concursal que lleva la empresa y que no ha conducido a ninguna solución favorable para los obreros. Algunos de los carteles sostenidos por los obreros criticaban a uno de los principales acreedores de la Junta de Acreedores de la Empresa Doe Run Perú en liquidación, esta es Doe Run Cayman, una empresa que tiene sede en las islas Cayman, y tiene relación directa con el capital de Doe Run Perú. Lamentaron que gobierno tras gobierno, y ministro tras ministro, no hayan hecho nada por la reanudación de labores del Complejo Metalúrgico de la Oroya y no hagan nada tampoco por reactivar la mina de Cobriza, una mina en buen estado.

La jornada de lucha tuvo momentos tensos debido a la presencia policial, pues, según manifestaron miembros policiales, los decretos de urgencia emitidos por el gobierno central prohíben todo tipo de reuniones en las calles. Esto a todas luces es irregular, pues los derechos y libertades civiles no quedan eliminados durante el régimen de estado de emergencia, de conformidad con las propias leyes y convenciones del orden, como es el artículo 5 del Protocolo de San Salvador de la OEA que el Perú ha suscrito y que menciona de forma expresa la garantía de los derechos humanos incluso en época de emergencia y en estados de excepción.
Sin embargo y como hemos podido apreciar en otras oportunidades cuando se dieron huelgas y manifestaciones obreras durante esta pandemia, la policía se ha visto reacia a aceptar el ejercicio legítimo de la huelga y de la protesta, deteniendo a obreros de forma arbitraria. Afortunadamente, en esta oportunidad la movilización no tuvo a ningún dirigente detenido.

Por otra parte, en la Oroya, Huancavelica y Huancayo los trabajadores de la Mina Cobriza y del Complejo Metalúrgico la Oroya también realizaron manifestaciones, exigiendo una pronta solución para la paralización de labores en la minería de la Sierra Central, reivindicando la adjudicación directa a los obreros y que ellos puedan organizar la reanudación de labores bajo control obrero. Allá tampoco hubo detenidos a pesar de la presencia de la policía. Estas jornadas de lucha van a repetirse en los siguientes días, pues el deterioro económico y sanitario de la clase obrera minera es enorme, y urge una pronta solución.

Es lamentable que, en medio de esta penosa realidad para los obreros mineros, el Ministro Incháustegui del Ministerio de Energía y Minas, y la ministra Alva del Ministerio de Economía y Finanzas estén más empeñados en proteger de toda imputación o investigación penal al Jefe de Estado Martín Vizcarra, protegiendo así la continuidad de políticas neoliberales y el beneficio de la Confederación de grandes empresarios privados-CONFIEP. Las bancadas del congreso tampoco son una alternativa, ya que tienen un carácter populista, neoliberal y oportunista muy alejado a la realidad de los obreros, y, al igual que el Ejecutivo, implementan una política de falsa oposición solo orientada a su beneficio personal sin deslindar de los grandes empresarios.

Por eso, en medio de esta crisis política desatada por el Ejecutivo y los partidos populistas en el Congreso, urge unificar esfuerzos que nos permitan unificar la lucha de la clase obrera para proteger su derecho al trabajo y a la libertad sindical. En ese entender, nos solidarizamos con los obreros mineros y metalúrgicos de Doe Run Perú, y con los otros sindicatos mineros afectados por las políticas patronales que vive el sector.


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