La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado que la soledad es ahora una prioridad sanitaria, destacando su impacto significativo en la salud mental y física, especialmente en los hombres.
Con más del 35% de los hombres a nivel mundial experimentando sentimientos de soledad, la OMS busca abordar este problema que se ha intensificado con la pandemia de COVID-19.
Los estudios respaldados por CNN revelan que la soledad no solo afecta la salud mental, aumentando los niveles de ansiedad y depresión, sino que también tiene consecuencias significativas en la salud física.
Durante la pandemia, la soledad se ha convertido en un desafío generalizado, exacerbado por las restricciones sociales y la incertidumbre.
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Francisco Aguayo, doctor en psicología y director de EME Masculinidades y Equidad de Género, destaca la conexión intrínseca entre la dificultad de los hombres para expresar emociones y las nociones de masculinidad hegemónica.
La evitación de la vulnerabilidad y la expresión emocional, asociadas a menudo con la feminidad, contribuye significativamente a la prevalencia de la soledad en los hombres.
Es crucial señalar que la soledad no es simplemente un estado emocional; también tiene ramificaciones serias para la salud, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares y mentales. En términos de impacto en la longevidad y calidad de vida, la soledad puede ser tan perjudicial como fumar o la obesidad.
La OMS ha establecido la Comisión para la Conexión Social, una iniciativa especializada en abordar la soledad, el propósito de esta comisión es desarrollar soluciones prácticas y estrategias para mitigar este fenómeno, reconocido como un desafío significativo para la salud pública global.
Si te sientes afectado por la soledad o conoces a alguien que lo esté, busca ayuda y apoyo. Consulta a profesionales de la salud, únete a grupos de apoyo comunitarios o explora recursos en línea. La soledad es un desafío que podemos superar juntos.
