El oxígeno (Ox) es, junto con el nitrógeno, el principal componente del aire ambiente no contaminado en las capas cercanas al suelo de la atmósfera y es necesario para la respiración de los organismos vivos. Es, por tanto, uno de los fundamentos de nuestra vida. El contenido de oxígeno del aire es de aproximadamente 20,9 vol.%. El 78% es nitrógeno y el resto son otros gases. Alrededor de 400 ppm o 0,04 vol.% es CO₂. Por lo tanto, la aparición de gases tóxicos en el aire puede suponer un grave riesgo para la salud de los humanos, pues reduce el contenido de oxígeno en el aire.

Riesgos de la presencia de gases peligrosos en el aire

Siempre que el aire ambiente esté contaminado por gases nocivos, existe el riesgo de que el oxígeno se desplace y la respiración se vea afectada. Este puede ser el caso en espacios mal ventilados debido a un exceso de CO₂ (por ejemplo, por exhalación), así como en contenedores, silos, depósitos, pozos y otros espacios confinados debido a gases inflamables o tóxicos.

El peligro de falta de oxígeno comienza a partir de un contenido de oxígeno de aproximadamente 17 vol.%. Si la concentración sigue disminuyendo, se manifiesta en una reducción imperceptible del rendimiento físico y mental y, a menos de 10 vol.%, conduce a la inconsciencia.

¿Qué son los gases tóxicos (Tox)?

Los gases tóxicos son gases nocivos para la salud humana, por ejemplo porque pueden ser cancerígenos, afectar a la respiración o al sistema nervioso central y poner en peligro la vida o incluso ser mortales en poco tiempo. Algunos gases inflamables también se clasifican como tóxicos y viceversa, por ejemplo el benceno.

Ejemplos de gases tóxicos

  • Monóxido de carbono (CO)
  • Dióxido de carbono (CO₂) 
  • Ácido sulfhídrico (H₂S)

Origen y formación de los gases tóxicos

La formación de gases tóxicos se produce en diversas situaciones, siendo tres de las más destacadas: la combustión incompleta, la actividad de organismos y seres vivos, y los procesos de descomposición y putrefacción.

Etiquetado de gases tóxicos

Efectos de los gases tóxicos

Monóxido de carbono

El monóxido de carbono se forma durante la combustión incompleta de sustancias que contienen carbono, como el gas natural (metano), el gasóleo de calefacción, el carbón y la madera, cuando hay poco aire y, por tanto, poco oxígeno. Cuando se inhala, puede causar náuseas, mareos o dolores de cabeza, y en concentraciones más elevadas puede provocar asfixia.

Sin embargo, con una combustión completa, es decir, con una proporción adecuada de gas combustible y aire, el carbono se convierte en CO₂. El CO₂ también se produce durante la respiración celular de los organismos y seres vivos (exhalación por parte de los seres humanos) y como resultado de la fermentación bacteriana, la putrefacción y los procesos de descomposición, por ejemplo, en plantas de biogás o plantas de tratamiento de aguas residuales y vertederos (gas de depuradora o gas de vertedero). Una concentración elevada de aproximadamente 3 vol.% en el aire ambiente puede provocar dolores de cabeza y cansancio en los seres humanos.

Al principio de la pandemia del coronavirus, la Agencia Federal Alemana de Medio Ambiente recomendó controlar la concentración de CO₂ en interiores para reducir el riesgo de contraer el virus a través de aerosoles. Para ello pueden utilizarse indicadores de gas de CO₂ o detectores de gas portátiles como nuestro OLLI con función de medición certificada.

Ácido sulfhídrico

El sulfuro de hidrógeno es -al igual que el CO- un gas altamente tóxico que puede percibirse por la nariz incluso en concentraciones extremadamente bajas. Su característico olor a huevo podrido lo hace fácilmente reconocible. Sin embargo, adormece los receptores olfativos ya a una concentración de unas 200 ppm, de modo que la percepción del olor está ausente. Esto hace que la gente piense que está a salvo, pero sin ayudas adecuadas, como detectores de gas, no lo está. El H₂S también se produce durante la descomposición de la biomasa a través de procesos de putrefacción o descomposición. Los vertederos, las plantas de biogás y los pozos de aguas residuales son lugares típicos donde se produce H2S.

Además, hay otros gases tóxicos, como el dióxido de azufre (SO₂) y el dióxido de nitrógeno (NO₂), que se producen en los procesos industriales.

Prevención de riesgos y medidas de protección

Debido a sus diferentes potenciales de peligro, se han definido los denominados valores límite en el lugar de trabajo (VLA) o concentraciones máximas en el lugar de trabajo (CMT) para toda una serie de gases tóxicos. Los siguientes valores se especifican en TRGS 900 (Normas Técnicas para Sustancias Peligrosas):

  • CO: 30 ppm
  • CO₂: 5000 ppm or 0.5 vol.%
  • H₂S: 5 ppm

Medición del espacio libre y medidas de seguridad

En los contenedores mencionados al principio, no se puede descartar la falta de oxígeno debido a la frecuente presencia de metano, CO₂ o H₂S. Por lo tanto, es necesario realizar una medición del espacio libre antes de entrar para asegurarse de que no hay atmósfera contaminada. Si, a pesar de todo, está presente, no se permite el acceso al contenedor, depósito o pozo y deben iniciarse las medidas adecuadas (por ejemplo, lavado).

En nuestro detector de gas OLLI, la medición del espacio libre está prevista para la aplicación de vigilancia del espacio de trabajo. Si estás interesado en este dispositivo y quieres una oferta del mismo, por favor, rellene el formulario de abajo.