La madrileña, a sus 29 años ha conseguido mejorar sus registros particulares en el primer Grand Slam de la temporada. En el cuadro individual alcanzó los cuartos de final, algo que nunca había logrado en Melbourne Park.
Virginia Ruano, actualmente segunda del mundo y no hace mucho número uno en dobles, tenía cierta espina clavada con el Abierto de Australia, un grande cuyo límite estaba fijado en los cuartos de final.
Pero la progresión de Virginia Ruano ha quedado evidenciada en ambos apartados y la decepción sufrida ante la belga Justine Henin hace veinticuatro horas en el torneo de individuales está levemente paliada con el avance en el doble.
"Lo hemos trabajado durante mucho tiempo", más que nada lo hemos merecido", dijo Virginia. "Hemos luchado durante mucho tiempo por algo así. No jugamos bien, lo reconozco pero nos hemos esforzado desde hace mucho. Más que un milagro es una consecuencia del trabajo", señaló Ruano, que junto a su compañera tuvieron que remontar una desventaja de 6-2 y 5-2 ante la española Conchita Martínez y la rusa Nadia Petrova para lograr la clasificación.
"Nos ha costado reaccionar. Hemos tenido que vernos con 6-2 y 5-2 en contra para ponernos las pilas. Pero menos mal que al final lo hemos conseguido sacar", agregó la tenista madrileña.
"Estamos contentas porque hemos ganado pero preocupadas porque hemos visto cómo se nos podía escapar. De todas formas, es mejor jugar mal y ganar que lo contrario", continuó Ruano Pascual, segunda mejor doblista del mundo.
La española asumió que la pareja no ha jugado en Australia "el mejor tenis" pero dijo que habían sacado adelante los partidos "y eso ha ocultado un poco la realidad".
"Si seguimos por este camino siempre vamos a tener la oportunidad de intentar jugar mejor al día siguiente", continuó. "Es lo que tiene este deporte", valoró la tenista que fue eliminada del torneo individual veinticuatro horas antes.