Alan García se coloca la banda presidencial. (Foto: AFP)

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Actualizado sábado 29/07/2006 11:18 (CET)

LIMA.- El socialdemócrata Alan García ha tomado posesión como nuevo presidente de Perú en el Congreso de la Nación ante nueve mandatarios latinoamericanos y el Príncipe de Asturias, en representación de España. En su discurso de investidura ha anunciado una fuerte reducción del gasto estatal.

Según la norma, la presidenta del Congreso, Mercedes Cabanillas, le debía haber impuesto la banda presidencial, tras el juramento, pero para sorpresa de todos la tomó de sus manos y se la impuso él mismo.

Dicha banda no fue la misma que entregó el presidente saliente, Alejandro Toledo, ya que debido a la gran altura y corpulencia de García debieron realizar otra especialmente para él los experimentados artesanos.

El nuevo presidente procedió después a escuchar el himno de Perú en el Congreso de la Nación, donde estuvo arropado por los 36 congresistas de su Partido Aprista Peruano (PAP) y por decenas de invitados.

Antes había acudido al Legislativo a pie desde el Palacio de Torre Tagle, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, después de que Toledo lo abandonara y ofreciera su discurso de despedida.

Antes de gritar "¡Viva el Perú!", Alan García pronunció su discurso de investidura, en el que anuncia las políticas que aplicará en sus primeros 180 días de gobierno.

Durante su discurso de investidura, García anunció que el salario del presidente se reducirá casi una tercera parte, al igual que el de los 17.000 cargos electos, puestos de confianza y 120 congresistas, y que rebajará a la mitad los gastos generales del Palacio de Gobierno.

Entre otras medidas, además, cerrará seis embajadas, dejará en la mitad el número de agregados civiles y militares en el exterior y reducirá en un 25% los sueldos de embajadores y diplomáticos.

La herencia de Toledo

García ha anunciado que su gabinete buscará la transformación del Estado, la generación de empleo, la restitución de los derechos laborales y el refuerzo de la seguridad ciudadana. Su política exterior contemplará la preservación de la soberanía nacional, la inserción estratégica en Sudamérica a partir de la Comunidad Andina y la búsqueda de tratados para incrementar las inversiones y las exportaciones.

Alan García asume la Presidencia de Perú con el histórico reto de consolidar el desarrollo del país y dejar en el pasado el saldo negativo de su primera gestión (1985-1990). A sus 56 años, recibe una nación con una economía estable, fortalecida democráticamente y en proceso de descentralización.

El experimentado político, considerado uno de los más brillantes oradores latinoamericanos, ha reconocido que se encuentra en una posición inmejorable para mantener y aumentar los logros de Alejandro Toledo, así como disminuir la pobreza, que afecta al 48% de los 27 millones de peruanos.

Para cumplir con este reto, el gobernante ha convocado a un gabinete encabezado por su incondicional compañero de armas políticas, Jorge del Castillo, congresista y secretario general del Partido Aprista Peruano (PAP).

Para las dos vicepresidencias ha elegido al vicealmirante retirado Luis Giampietri, muy cuestionado por los defensores de los derechos humanos, y a la empresaria Lourdes Mendoza, la primera mujer que alcanza un puesto tan alto en la historia republicana de Perú.

En total, nueve técnicos independientes y seis militantes apristas componen el nuevo gobierno, que pretende caracterizarse por su pluralidad, aunque con tendencia conservadora, y también por la intención de demostrar que se mantendrá la estabilidad económica.

Para conseguirlo, García ha designado como ministro de Economía y Finanzas a Luis Carranza, un ex ejecutivo del BBVA que fue viceministro de Economía y director del Banco Central de Reserva durante la administración de Toledo.

El primer gabinete de García también contará con un personaje destacado, el ex secretario general de la Comunidad Andina (CAN), Allan Wagner, quien ocupará la estratégica cartera de Defensa.