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Por: Sociedad de Comercio Exterior del Perú – ComexPerú

La salud es uno de los pilares sobre los cuales el crecimiento y desarrollo de un país se construye. El Índice de Capital Humano del Banco Mundial (BM) pone de relieve el nexo entre las inversiones en salud y educación, el crecimiento económico y la reducción de la pobreza [1]. Así, lograr una adecuada gestión de la salud pública es esencial, así como la eficiencia del gasto público. Sin embargo, es en esta materia en la que nuestro país tiene importantes desafíos.

 En efecto, el Perú destina cada vez mayores recursos al sector salud. El presupuesto asignado al sector se incrementó un 63.4% en los últimos cinco años, mientras que el gasto público ejecutado, un 60.7%. No obstante, es importante notar también que dichos niveles distan de aquellos registrados en países de la región. De este modo, según cifras del BM, Perú registró un gasto público per cápita por debajo del promedio de América Latina, y mantuvo una menor participación del gasto en salud sobre el PBI en comparación con los países de la Alianza del Pacífico (a excepción de México) y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

 

 

Por tanto, resulta positivo el mayor énfasis que, desde el gasto público, se ha dado al sector salud. Esto conlleva un importante reto: la mejora de la eficiencia del gasto dentro de la gestión de la salud pública. Cabe resaltar que más del 70% de este corresponde a abordar problemas de salud individual, es decir, aquellas acciones orientadas a la recuperación y rehabilitación de la salud de las personas; mientras que únicamente, entre un 6% y 7%, es asignado a la salud colectiva, que involucra la promoción de la salud y la prevención de riesgos y daños en la población, lo que en buena parte implicaría que no tenemos un enfoque preventivo. Dicha estructura en el gasto se ha mantenido a lo largo de los últimos cinco años, periodo en el que se observa, además, un incremento del 86% del gasto por concepto de personal y obligaciones sociales del Estado.

 

De acuerdo con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), en 2018, el 51.1% del gasto público fue ejecutado por el Gobierno nacional, principalmente por el Ministerio de Salud (Minsa), con el 62% del total; mientras que los Gobiernos regionales y locales, un 46.6% y 2.3%, respectivamente. Hacia mayo de 2019[3], el Gobierno nacional ejecutó un 32.3% del presupuesto asignado (S/ 3,379 millones); mientras que los Gobiernos regionales, en promedio, un 29.9% (el Gobierno Regional de Pasco reportó el menor nivel de ejecución, con un 16.7% de su Presupuesto Institucional Modificado – PIM, y el Gobierno Regional de Ucayali, el de mayor ejecución, con un 47.1% de su PIM).

 

Sin embargo, pese a que el sector salud cuenta con mayores recursos, es necesario realizar ajustes en la provisión del servicio a la población. Así, de acuerdo con la Superintendencia Nacional de Salud, una de las causas de mayor disconformidad entre los ciudadanos es el acceso a los servicios de salud, pese a que, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 75.5% de la población cuenta con algún seguro, de los cuales, el 46.6% y 23.6% corresponden al Seguro Integral de Salud (SIS) y EsSalud, respectivamente, ambos administrados por instancias públicas.

 

Al respecto, cabe señalar que los tiempos para la obtención de una cita a nivel nacional es de 70:05 horas (EsSalud 197:16 horas; Minsa 23:22 horas y los CLAS [4] 20:07 horas), mientras que el tiempo para ser atendido en la institución es de aproximadamente una hora (EsSalud 00:57 horas; Minsa 00:48 horas y los CLAS 00:49 horas), lo que claramente refleja serias deficiencias en una correcta ejecución y administración del gasto público, así como de políticas para una mejor provisión de los servicios de salud (como mejorar el acceso a medicamentos, modernización de la gestión pública y de los sistemas que esta usa para una correcta trazabilidad de los recursos empleados, entre otras).

Que el 60% de la población con algún problema de salud no acuda a centros de salud es un síntoma de que algo debe cambiar en la provisión de este servicio esencial. Una mayor cantidad de recursos es una condición necesaria, pero no suficiente. Analizar qué tan eficiente es su uso resulta una tarea que debemos empezar a atender, con miras a un enfoque preventivo más que reactivo.

 

Fuentes:
[1] Banco Mundial (2018). Salud. Disponible aquí.
[2] De acuerdo con el Ministerio de Economía y Finanzas, corresponde al nivel máximo de agregación de las acciones y servicios ofrecidos en materia de salud, orientados a mejorar el bienestar de la población. Comprende Gobierno nacional y subnacionales.
[3] Fecha de corte: 23 de mayo.
[4] Según el INEI, corresponde a los Comités Locales de Administración de Salud, que comprenden a los centros o puestos de salud.

 

Fecha: 30 mayo 2019

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