Los primeros intentos de diálogo entre la guerrilla de las FARC y el gobierno colombiano, se llevan a cabo durante el gobierno del presidente Belisario Betancour, en la población de La Uribe, la sede principal del secretariado de las Farc, máxima autoridad del grupo guerrillero.

Posteriormente, la Asamblea Nacional Constituyente, que formuló la actual constitución política de Colombia en 1991, le dio un nuevo impulso a las conversaciones de paz, esta vez entre el recién elegido presidente César Gaviria y los grupos que conformaban la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (CGSB).

Luego de la toma de la embajada de Venezuela en Bogotá por parte de tres miembros de la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, se agenda una reunión exploratoria en Cravo Norte (Arauca), donde se programa la instalación de las mesas de negociación de Caracas, Venezuela (1991).

En esta entrevista Alfonso Cano, comandante de las FARC y jefe de la delegación de la CGSB a las negociaciones en Caracas, habla sobre el primer punto de la agenda: la fórmula del cese al fuego y a las hostilidades, la posibilidad de que todos los grupos guerrilleros efectivamente la acaten y la posible participación de la CGSB en la Asamblea Nacional Constituyente.

“…como urgen para el país hechos de paz que puedan lograrse a través de acuerdos, pero le urge también la posibilidad de que representantes de la Coordinadora Guerrillera estén presentes en ese escenario, trataremos en la medida de lo posible, de lograr que en el tiempo que nos resta… haya la factibilidad… de poder alcanzar lo que hemos planteado como un hecho importante para el proceso de paz, que sería la presencia de un vocero de la Coordinadora en la Constituyente.”

Cano responde también, a duros cuestionamientos sobre los secuestrados en poder de los grupos pertenecientes al CGSB:

“Hombre, el término de secuestrado se ha utilizado indistintamente… Han tratado de generalizar el nombre de secuestrados para gente que es retenida y eso para efectos de la negociación, hay que manejarlo de otra manera… tenemos que… poder discutir con el Gobierno el tema de los prisioneros de guerra… 

Posteriormente, la entrevista toma un giro inesperado y se centra en la propuesta de la ciudadanía, que le transmite Darío Arizmendi - jefe de noticias de la emisora de Caracol Radio - al comandante guerrillero, de elaborar una lista con los nombres de los secuestrados del país: 

“Me parece muy buena idea Darío. Yo creo que vamos a tener que estimular eso… De nuestra parte recojo su propuesta… juntemos esos nombres… para no quedar mal con ustedes…. dejar abierta la fecha… vamos a buscarle la forma desde acá de comunicar, para que nuestra gente  en Colombia trabaje por la recolección de esos datos…”

En la medida en que la conversación avanza, más y más personas llaman a preguntar por sus familiaraes y amigos secuestrados o desaparecidos y se produce un infarto telefónico en las líneas de Caracol. Los periodistas presionana a Cano para que se comprometa a liberar al menos 15 o 20 secuestrados y a informarle al país el número real de personas en poder de los grupos guerrilleros. Cano finaliza con una promesa de trabajar por devolverle al país la conciencia de que el bien más preciado que todos tenemos es la vida.

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