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Mapas mentales

En sus primeros años, los niños aprenden fácilmente dibujando, jugando y expresándose con libertad. Aún antes de que el niño domine la lengua materna es capaz de reconocer y visualizar imágenes y de reproducirlas en forma creativa dentro de la mente para después proyectarla hacia el exterior. Sin embargo, años más tarde, cuando el niño llega a la escuela primaria, se limita a sus múltiples formas de expresión reduciéndolas a la escritura de palabras coma acto que se lleva a cabo de una forma lineal y organizada, bloqueando así el resto de sus canales creativos de expresión. Los mapas mentales son una manera de recuperar esas formas varias de sintetizar, resumir, aprender y seguir siendo genios.

 

La capacidad de retener información, la memoria, es por naturaleza asociativa, no lineal. Cada idea tiene cientos de conexiones en la mente con otras ideas en forma de palabras claves, imágenes, símbolos, similitudes, diferencias, colores, ejemplos, etc. Los mapas mentales son una forma de organizar la información que opera exactamente igual a como lo hace nuestra mente: sin oraciones.

 

El uso de los mapas mentales es una herramienta que permite a nuestros alumnos, y a nosotros mismos, liberar los canales creativos que tenemos y aumentar el potencial de la capacidad de aprender. Con ellos, podemos visualizar un concepto, ramificar sus acepciones y enlazarlos con otros.

 

Uso de los mapas mentales

 

Tomar notas: cuando se recibe información, los mapas mentales permiten organizarlas, asimilarlas fácilmente y recordarla rápidamente más tarde.

 

Recordar la información: siempre que nuestro cerebro rescata la información de la memoria, opera igual que los mapas mentales, es decir, recurre a conceptos y enlaces tal y como los establecimos en nuestro mapa. De ahí la eficiencia para recordarlos.

 

Ser creativo: los mapas mentales liberan nuestra mente el pensamiento lineal, despertando así la creatividad y permitiendo a nuevas ideas fluir más rápidamente y encontrar nuevos caminos y formas de trabajo.

 

Resolver problemas: siempre que enfrentas un problema profesional o personal el uso de mapas mentales te ayudará a ver todos los aspectos que en él intervienen y cómo se relacionan entre sí. También permite que otros puedan entender cómo ves tú los diversos aspectos de la situación y su importancia.

 

Planear: siempre que tú planees algo, los mapas mentales te ayudarán a concentrar toda la información relevante en un mismo lugar y a ordenarla fácilmente. Pueden ser utilizadas en proyectos tan variados como elaborar una sencilla carta, un complejo libro e incluso para planear una reunión, las actividades de un día o unas vacaciones.

 

Realizar presentaciones: los mapas mentales son de gran utilidad en presentaciones públicas ya que organizan las ideas coherentemente y, por su naturaleza visual, al exponer podrás ver el mapa completo en tu cabeza sin tener que consultar las notas en una hoja de papel.