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Cóndor: una especie clave en el equilibrio del ecosistema andino


El cóndor andino (Vultur Gryphus) es una especie emblemática de Sudamérica y está considerada un patrimonio cultural y natural del continente. En nuestro país se lo encuentra a lo largo de la Cordillera de los Andes, en provincias como Catamarca, Jujuy, Tucumán, Salta, Tierra del Fuego y en la zona central del país.

Se alimenta de carroña, por lo que cumple un rol invaluable en los ecosistemas. Al consumir animales muertos evita la proliferación de bacterias que pueden generar enfermedades en los humanos. Además, ayuda a controlar la población de otras especies carroñeras y así contribuye a mantener el equilibrio del ecosistema.

Declarado en peligro de extinción y protegido por la Ley Nacional Nº 22.421 de Conservación de la Fauna Silvestre, la principal amenaza que afecta al cóndor andino es el consumo de cebos tóxicos, una práctica ilegal utilizada para el control de especies predadoras. El uso de estos cebos no solo pone en peligro al cóndor andino, sino a todas las formas de vida, incluso la salud humana, además de resultar ineficiente para el control de predadores, ya que mata animales con hábitos carroñeros dejando que se multipliquen aquellos que incluyen el ganado en sus dietas.

Estrategia Nacional Contra el Uso de Cebos Tóxicos

Para preservar el cóndor andino, desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible impulsamos la Estrategia Nacional Contra el Uso de Cebos Tóxicos, un trabajo articulado con autoridades ambientales y otros actores relevantes de las catorce provincias del país con distribución de esta especie amenazada.

La estrategia apunta, en articulación con las provincias, a mejorar la detección y el tratamiento de los casos de envenenamiento, minimizando el riesgo para el personal que interviene en estos procesos. A su vez busca generar un conocimiento más preciso de los sitios de mayor conflicto para orientar los esfuerzos de conservación y las tareas de difusión y educación en las comunidades.

En caso de detección de situaciones de envenenamiento, se realizan pruebas toxicológicas para profundizar en las causas que generan el uso ilegal de estos productos y se busca obtener resultados científicos que sustenten las causas legales y las sanciones de reparación ambiental. A su vez, la detección de los tipos de sustancias utilizadas permite investigar los canales de venta de productos y mejorar los controles de su comercialización y uso.

Ficha técnica

Nombre científico: Vultur Gryphus

Descripción: longitud: 120 cm. Envergadura: 3 m. Pico blanco crema en el extremo, negro en la base. Patas grises. Cabeza y cuello desnudos, color carne. Desde el nacimiento, el macho presenta una cresta prominente. La hembra sin cresta. En los adultos: a partir de los 6-8 años. El macho tiene iris marrón y la hembra rojo. Ambos tienen un collar blanco abultado. Dorsal y ventral negro. Alas y cubiertas externas negras con ancha franja blanca. Secundarias blancas. Primarias negras. Cola negra.

Subadulto: este estadío comienza a partir de los 4 años de edad con el surgimiento del collar blanco en el cuello y culmina a los 6-8 años cuando el individuo alcanza la madurez sexual y ya posee el plumaje característico de los adultos.

Juvenil: Hasta los 4 años. Marrón con la cola y las primarias negras. Macho y hembra con iris marrón.

Distribución: Cordillera de los Andes en Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina. En nuestro país abarca en su sector occidental desde la provincia de Jujuy, Catamarca, Tucumán, Salta, en el norte, hasta Tierra del Fuego y las Islas de los Estados, al sur. En la zona centro-occidental abarca San Juan. Mendoza, Neuquén y Río Negro, y en la zona central del país, las provincias de Córdoba, San Luis y La Rioja.

Hábitat y hábitos: habita en terrenos montañosos. Planea en corrientes de aire, pudiendo llegar a más de 8000 m de altura. Cuando planea mantiene las alas extendidas horizontalmente y las primarias separadas como dedos. Puede desplazar velocidades de hasta 50 km/h. Solitario o en grupos. Nidifica en huecos o cuevas en las rocas. Pone un huevo blanco, que mide aproximadamente 109,5-118 x 62,8-76,5 mm.

Principales amenazas: intoxicación por consumo de cebos tóxicos.

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