Una dura realidad: la explotación sexual y el tráfico de niñas y niños

Las dañinas consecuencias de la explotación sexual y el tráfico ilegal de personas persiguen a niños y niñas en todo el mundo.

En enero de 1999 en la Conferencia Mundial de la Coalición Contra el Tráfico de Personas en coordinación con la Conferencia de Mujeres en Dhaka, Bangladés, se instauró el Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños. Más allá de estas 24 horas, la lucha para acabar con este atentado a los derechos de la infancia y de las mujeres no puede quedarse ahí.

La explotación sexual y el tráfico se ha convertido en un negocio global que afecta cada año a millones de personas en nuestro planeta. Y aunque existen diferentes tipos de tráfico, lo cierto es que suelen tener un fin sexual y afecta, especialmente, a mujeres y niñas. En España, por ejemplo, el 90% de las víctimas de explotación sexual son mujeres.

Contra el trabajo Infantil

¿Pero qué es el tráfico de personas?

El tráfico ilícito de personas hace referencia a personas que traspasan fronteras a cambio de un precio. Grupos organizados promueven este tipo de desplazamiento que afecta, cada año, a miles de personas que huyen de la pobreza o la guerra en busca de una mejor vida. A diferencia de la trata, en el tráfico de personas hay un consentimiento de las víctimas a la hora de hacer ese desplazamiento.

Muchas veces se confunden tráfico y trata, pero no es lo mismo. En el caso de la trata de personas, no existe consentimiento por parte de las víctimas. Sin embargo, en ambas las personas viven una situación de riesgo y vulnerabilidad. Además, supone un método de beneficio económico para traficantes y tratantes, pues según Europol “el tráfico de personas aporta anualmente a los tratantes/traficantes 32.000 millones de euros”.

La situación empeora cuando muchas de estas personas llegan a otro país y, finalmente, acaban siendo explotadas sexualmente.

Causas y consecuencias de la explotación sexual infantil

La explotación sexual infantil hace referencia a una situación de uso o abuso de un niño, niña o adolescente con fines sexuales, independientemente de que el niño, niña o adolescente esté de acuerdo o no. El explotador se beneficia de cierto desequilibrio de poder entre él y el menor. En el caso de los niños, normalmente son obligados a prostituirse.

En el continente asiático, más de un millón de niños son explotados sexualmente, siendo la India el país más afectado, con al menos 400.000 niños. Los factores causales que lo provocan son muy comunes en todos los casos:

  • Entorno de pobreza o desigualdad social.
  • La actuación de redes de tráfico infantil en el país o territorio.
  • La inexistencia de políticas sociales que defiendan y protejan al menor.
  • Dificultades de acceso al sistema educativo o situaciones de atraso escolar.
  • Falta de apoyo familiar o inexistencia de cuidado parental.

Algunas de las consecuencias que provoca en los y las menores la explotación sexual son las siguientes:

  • Físicas. Corren el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual y, en el caso de las niñas, quedar embarazadas.
  • Psicológicas. Como pueden ser traumas emocionales que influirán en su desarrollo. También depresión, ansiedad, baja autoestima o problemas en las relaciones sexuales.
  • Pérdida de confianza en los adultos.
  • Perpetuación del entorno de pobreza.
  • Problemas para entablar relaciones emocionales y afectivas.
  • Actitud hostil, ira o rabia.

¿Qué puedo hacer yo?

Todos podemos poner nuestro granito de arena para erradicarlo. Y aunque creamos que es un asunto lejano a nuestro ámbito, el tráfico ilegal y la explotación sexual tiene presencia en cada rincón del planeta. Algunas de las acciones que puedes llevar a cabo para acabar con ello son:

  • Busca información y aprende sobre el tráfico ilegal, las redes de tráfico y la explotación sexual: qué supone, sus consecuencias, países donde hay mayor número de víctimas…
  • Visibiliza la problemática a través de redes sociales o sensibiliza a tu entorno más cercano.
  • Denuncia a las autoridades correspondientes si conoces algún caso.
  • Colabora con organizaciones que protegen los derechos humanos y de la infancia.