Los familiares de las víctimas de la discoteca 'Utopía'. (Foto: GEC)
Los familiares de las víctimas de la discoteca 'Utopía'. (Foto: GEC)

Mis amigos periodistas, el fotógrafo Gary y el grandulón ‘Barney’, llegaron al restaurante por su rico tallarín saltado al estilo huachano con carne de lomo adobada con sillao. Para calmar la sed, se tomaron una jarrita de emoliente con cebada.

“María, llegamos tempranito al diario y nos encontramos con el legendario periodista de policiales ‘El Sonámbulo’ sacando de un archivo digital las escalofriantes escenas del incendio de la discoteca Utopía en el Jockey Plaza, la madrugada del 20 de julio del año 2002....’Coleguitas, me parece muy bien que hayan extraditado a Édgar Paz Ravines, uno de los accionistas del siniestrado local, quien huyó como las ratas junto con su socio, Alan Azizollahoff, al día siguiente de haberse producido la tragedia. Recuerdo que en el diario me comisionaron para indagar donde estaban escondidos los dueños de la discoteca. Porque el gerente, Percy North, era el único que quedó detenido junto al barman, quien por su mala maniobra originó el incendio.

Inmediatamente me comuniqué con el gran Luis Delgado Aparicio, ‘Saravá’, padre de una de las víctimas, una destacada universitaria. Me recibió en su residencia miraflorina. Estaba destruido pero tenía ganas de hablar; más bien, denunciar. ‘Tú sabes que tengo contactos políticos de alto nivel. Me informan que la primera dama Eliane Karp (en ese momento su esposo Alejandro Toledo era presidente), a través de su jefe de seguridad, Avi Dan On, protegió a Azizollahoff, por ser ambos de descendencia israelí, al igual que la Karp. Mis fuentes del aeropuerto me confirmaron que ambos salieron sin pasar ningún registro migratorio, rumbo a Miami’, eso me lo contó el recordado ‘Saravá’. El más grande conocedor de la salsa en el Perú murió sin poder ver en la cárcel a los verdaderos responsables que montaron una discoteca sin las mínimas medidas de seguridad.

En el año 2004, la revista Caretas reveló que la fortuna de ‘Azi’, ascendía a ¡50 millones de dólares! en negocios, no solo en Perú, sino en el extranjero. Los ‘tigres’ de la Interpol, que están a la caza del prófugo, aseguran que está llevando una vida de rey en Sudáfrica”.

Pucha, este señor ‘El Sonámbulo’, es un tremendo periodista y maestro. Me voy, cuídense.

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