COMEXPERU

Tanto el Instituto Peruano de Economía (IPE) como el Consejo Nacional de la Competitividad (CNC), elaboran independientemente reportes sobre la competitividad regional. En ambos informes se registra que Loreto es una de las regiones menos competitivas, ocupando el puesto 24 y 23, respectivamente, de las 25 regiones del Perú. No es difícil entender entonces que Loreto solo participe del 0.2% de las exportaciones del país, porque está dentro del departamento con menos aporte a las exportaciones nacionales. ¿Cuáles son los puntos más urgentes de la reforma y ejecución de políticas del departamento?

Abandono de lo esencial: infraestructura, educación y salud

Sí bien el CNC indica en su reporte que Loreto tiene una diversificación moderada en cuanto a sus actividades económicas –es el sétimo departamento con oferta exportable más diversa–, el desarrollo de una mayor actividad comercial en Loreto está obstaculizado por la falta de infraestructura. EL CNC coincide con el IPE en ubicar a Loreto al final del ranking en infraestructura, porque no tiene conectividad con otras zonas del Perú; y, por otro lado, la cobertura de servicios básicos en Loreto es deficiente. Según el informe del Banco Mundial titulado “Muy lejos para exportar”, la densidad de carreteras en Iquitos fluctúa entre 0.002 y 0.007 kilómetros de carreteras por cada kilómetro cuadrado (ver Semanario N.° 729). La situación se confirma y agudiza si observamos el estado de su red vial. En 2012, solo el 49% de la red vial nacional está pavimentada en Loreto, y este porcentaje alcanza apenas el 25% en cuanto a la red vial departamental.

De otro lado, según cifras de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) en 2012, solo el 46.8% de los hogares loretanos se abastecieron de agua mediante la red pública y el 44.6% de ellos tiene acceso a saneamiento básico. Asimismo, el 72.1% de los hogares de Loreto tiene acceso a la red eléctrica, el 52.6% tiene línea telefónica, pero tan solo el 36.8% accede a internet. Es evidente la urgencia de cerrar estas brechas, no solo porque el deber del Estado es (en todos sus niveles) garantizar iguales oportunidades de desarrollo a los peruanos, sino que es vital para reducir los riesgos de salud a los que ellos están expuestos y para generarles posibilidades de progreso.

Este aspecto es crítico no solo por los índices de salud presentados en la población, como la tasa de morbilidad[1] (1.45%) y la mortalidad infantil (38 de cada mil niños nacidos mueren), sino también porque la cobertura hospitalaria de Loreto es alarmantemente paupérrima: tiene la escalofriante cifra de solo 0.11 hospitales por cada mil habitantes. ¿Qué ocurriría ante una epidemia crítica? ¿Acaso las entidades dedicadas a la protección del medio ambiente y que regularmente cuestionan la inversión en infraestructura en la selva han propuesto algo para solucionar este aislamiento y el riesgo que significa para la vida de sus pobladores? Debemos dejar el discurso emocional y pensar en cómo llevar rápido más bienestar a Loreto, permitiendo más inversión y el comercio de su gente con el resto del país y el mundo.

Para cerrar la esfera de subdesarrollo de esta región, el pilar de educación (ranking 24 según el IPE y la CNC) de la región es de los peores en Perú. Como advertimos en ediciones anteriores (ver semanarios N.º 712 y N.º 730), no solo el rendimiento escolar en Loreto es lamentable: este departamento está en el último lugar en la Evaluación Censal Escolar (ECE) en cuanto a logros de aprendizaje en matemáticas. Solo el 1.4% de los alumnos obtuvieron resultados satisfactorios. Asimismo, solo el 6.3% de los escolares loretanos entiende lo que lee. Loreto también es una de las regiones que ejecutó menos gasto en inversión (adquisición de activos físicos e intangibles, no financieros) por alumno (S/. 62.5) en 2012. Esto puede traducirse en que el 30.3% de alumnos desertaron del nivel de educación básico en dicho periodo: la tasa más alta a nivel nacional.

Estos resultados son consistentes con el nivel de pobreza de la región, que asciende al 39.9% del total de la población. Loreto sufre de un círculo vicioso de precariedad y subdesarrollo. La infraestructura, la salud y la educación podrían ser agrupadas como una serie de condiciones fundamentales que deben ser atendidas, para que configuren una plataforma de desarrollo económico y bienestar de los loretanos. Se debe impulsar y agilizar inversiones en sectores como la construcción, ampliación y asfaltado de la red vial loretana, y ejecutar urgentemente el proyecto de línea ferroviaria Iquitos-Yurimaguas, que no solo permitirá conectar Loreto hacia el interior de su territorio y con el resto del país, sino que permitirá una mayor cobertura de los diferentes sectores del Estado y una disminución de costos comerciales para el sector exportador. ¡Ahora es cuando! O mejor dicho, esto ¡para ayer! ¿Cuándo tomarán el presidente y los ministros una decisión firme para integrar físicamente la selva con el resto del territorio? ¿Cuándo se empieza a construir?