El Pima piurano se resiste a morir

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El algodón Pima peruano fue el cultivo que dominó la agricultura de Piura. En la década del 60 se llegaron a sembrar 75 mil hectáreas. Todo se exportaba a diferentes partes del mundo. Después de la Reforma Agraria, en 1969, y de la presencia de la plaga del gusano rosado de La India, en 1983, comienza la decadencia de este cultivo que fue base de la economía piurana. 

Cuando se cuenta la historia de Piura, se habla del algodón y de los agricultores del Bajo Piura que en marzo llegaban hasta el puente Viejo de Piura, para recibir con banda de músicos y bombardas al río Piura. Cuando el río pasaba rugiente bajo el puente, la tierra ya estaba arada y lista para iniciar la siembra del algodón Pima, que se cotizaba en la Bolsa de Valores. El Pima piurano se disputaba el mercado con los algodones extralargos más finos del mundo como el Giza egipcio.

El algodón movía toda la economía piurana. En febrero y marzo se demandaba de trabajadores para preparar la tierra, la siembra y el cuidado de la planta. En el momento de la cosecha, la recolección la realizaban, en especial las mujeres, conocidas como las “pañadoras”. Y, a partir de julio y agosto, comenzaba la venta del producto. Entonces la gente del campo llegaba hasta la ciudad de Piura a realizar sus compras. Todos esperaban la cosecha del algodón porque llegaba el dinero.

Poco a poco el arroz fue ganando terreno y desplazando al algodón. Luego llegó la exportación de frutas, como el mango y la producción comenzó a decaer. Los textileros miraron hacia otros mercados para comprar algodón de menor calidad. Los subsidios al producto en otros países abarataron el precio de la fibra y, según el exproductor Enrique Alméstar, con pena dejaron de sembrar.

El ocaso

En 1995 se dio un gran impulso al cultivo y se llegaron a sembrar 17 mil hectáreas. El entonces Consejo Transitorio de Administración Regional, a cargo del  general Enrique Siles Gariboto creó un programa que se encargaba de financiar a los productores y ayudarlos en la venta. En esos años el algodón parecía que recuperaba el sitial en la economía de Piura, pero duró poco. Algunos productores creen que con suerte este año se sembrarán 1.500 hectáreas

Alméstar indica que cuando se acabó el crédito del ex Banco Agrario también muchos productores dejaron de sembrar porque ya no tenían dinero para ello. “El algodón es un cultivo que a veces tiene plagas y, cuando no hay dinero para fumigar, se pierde”.

El investigador de la Universidad Nacional de Piura, Pedro Miguel Reyes More, en su libro “Cultivo y manejo agronómico” señala que en 1965 y 1966 se sembraron 75 mil hectáreas de algodón Pima. En esos años se alcanzó el récord de producción. En el 2014 se sembraron 4.500 hectáreas

César Zapata Alzamora, gerente de la Cooperativa de Servicios Múltiples Tallán Chusis (Costach), indica que en la campaña de 2014, con el esfuerzo de los productores, la cooperativa sembró dos mil hectáreas de algodón Pima, el cual se está vendiendo a Centroamérica en aproximadamente 200 dólares el quintal fibra.

Explica que hay mercado para el algodón Pima, especialmente en los países como Venezuela, Colombia y Guatemala. Recientemente, Zapata visitó estos países y, según comenta, hay posibilidades de realizar negocios, porque las prendas confeccionadas con Pima peruano siguen siendo de gran aceptación. Lo que pasa, dice, es que hay monopolios que le pagan al agricultor precios muy bajos, los cuales no permiten obtener rentabilidad. Esto los obligó a dejar el cultivo.

Una oportunidad

Zapata Alzamora indica que hay un grupo de agricultores que siguen apostando por el algodón y tienen en proyecto la instalación de una desmotadora. Con ella, podrán vender la fibra, sin tener que contratar el servicio de las pocas desmotadoras que quedan en Piura. El sueño, a largo plazo, es tener una hilandería, con lo cual ya no venderían la materia prima, sino un producto listo para la confección de telas. Los productores siempre vendieron su algodón en rama. Es decir, lo entregaban a las desmotadoras y ellas se encargaban de venderlo ya desmotado.

Mientras tanto, todavía hay organismos como Fundeal, que siguen produciendo semilla de Pima. La UNP sembró el año pasado 35 hectáreas, utilizando la semilla producida por esta casa de estudios. (Fuente: eltiempo.pe)

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