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Relaves para atesorar y entregar a la sociedad recursos sostenibles

Los metales críticos son vitales para las tecnologías emergentes, pero su extracción deja un legado ambiental potencialmente peligroso. Un proyecto financiado con fondos europeos está trabajando en tecnologías novedosas para el tratamiento de los residuos mineros.

Comisión Europea, 7 de abril de 2022.-  Los residuos mineros sulfurosos, los residuos de la extracción y el procesamiento de minerales sulfurados para producir cobre (Cu), zinc (Zn), plomo (Pb), níquel (Ni) y otros metales críticos, representan los residuos extractivos más grandes de Europa.

Se producen 600 millones de toneladas al año aproximadamente y hay una acumulación histórica de 28 mil millones de toneladas depositadas en instalaciones de almacenamiento de relaves, apiladas en seco o rellenando las minas. Cuando estos residuos se gestionan de manera deficiente, pueden convertirse en un peligro ambiental y causar problemas como el drenaje ácido de la mina o la salida de aguas ácidas de los residuos de la mina.

Al mismo tiempo, estos desechos representan una nueva acumulación de metales y minerales críticos, necesarios para avanzar hacia una sociedad circular verde.

Recientemente, la Asociación Europea para la Innovación en Materias Primas lanzó un «llamado a la acción» para transformar el «problema de los residuos de extracción» en una «oportunidad para la recuperación de recursos».

En respuesta a esta llamada aparece el proyecto NEMO, financiado con fondos europeos. “Con el concepto de cuatro proyectos piloto y tres estudios de casos, NEMO asume el desafío de desarrollar, demostrar y explotar nuevas formas de valorizar los relaves sulfurosos”, señala Mika Paajanen, coordinadora de la iniciativa.

El objetivo es reciclar hasta el 95 % de los residuos. La clave para conseguirlo es aumentar el nivel de preparación de varias tecnologías innovadoras dentro del tratamiento, sin apenas residuos de los minerales sulfurosos y residuos mineros sulfurosos.

El concepto de NEMO

El proyecto aborda tres casos:

  • La mina en Sotkamo de Ni, Cu, Zn y REE/Sc (elemento de tierras raras, escandio), en Finlandia;
  • la planta de procesamiento de Luikonlahti, también en Finlandia, y
  • la mina Tara, de Zn y Pb, ubicada en Irlanda.

A través de cuatro pilotos, con las tecnologías de NEMO, el proyecto tiene como objetivo demostrar la biolixiviación de vanguardia para recuperar metales adicionales de los minerales/residuos sulfurosos e impulsar la transformación de sulfuros a sulfatos, lo que ayuda a eliminar el riesgo de drenaje ácido de las minas.

También busca «limpiar» la matriz residual, permitiendo su uso en aplicaciones del cemento y la construcción. «Los resultados de los pilotos hasta la fecha incluyen el desarrollo y la evaluación de los procesos y diagramas de flujo novedosos e innovadores para la valorización hidrometalúrgica de los metales base de baja ley, a partir del tratamiento de los residuos. Estos incluyen un biorreactor de bajo rendimiento para un tratamiento hidrometalúrgico rentable y diagramas de flujo hidrometalúrgicos novedosos para la producción de concentrados metálicos aptos para baterías», confirma Paajanen.

Además, se han investigado dos opciones de biolixiviación. Una en Sotkamo y otra del BRGM (Servicio Geológico Nacional de Francia). En Sotkamo, una pila de biolixiviación con condiciones de funcionamiento mejoradas; y también en Francia, un estanque de biolixiviación. Se consiguió extraer metales por encima del 90 % en el primer paso del proyecto piloto de biolixiviación en estanque.

“NEMO también ha desarrollado procesos y mezclas capaces de incorporar un alto porcentaje de relaves y ha demostrado su uso potencial en productos de hormigón. Estos desarrollos se lograron gracias a los socios del proyecto Boliden, Thyssenkrupp, VITO y Resourcefull, que se focalizaron específicamente en los relaves de la mina Tara de Boliden“, detalla Paajanen.

Los nuevos conocimientos sobre la naturaleza específica de las materias primas secundarias obtenidos en las minas estudiadas, también proporcionaron información útil sobre su idoneidad para varios métodos de procesamiento, valorización y su potencial de aprovechamiento.

De cara al futuro

“Se espera que la tecnología de NEMO ofrezca a la Unión Europea una serie de beneficios, desde nuevos recursos para el sector agrario y metalúrgico, hasta una reducción de los niveles de CO2 en el proceso de recuperación de metales y la sustitución del cemento Portland normal”, concluye Paajanen. Además, será fundamental para eliminar el drenaje ácido de la mina y otros problemas ambientales.

El proyecto continuará supervisando la entrega de las muestras y el desempeño de los diferentes pilotos. Su objetivo es replicar sus tecnologías y conceptos en otras minas dentro y fuera de la Unión Europea.

Fuente: https://ec.europa.eu/info/index_en

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