México tiene nueva reina

Karin Ontiveros, representante de Jalisco, se coronó como la sucesora de Ximena Navarrete y de paso hizo que su estado ganara por tercera vez consecutiva; Nuevo León fue la virreina

Miss México, Karin Ontiveros
Foto: Mezcalent

En una velada que quiso rendirle tributo al Bicentenario de México, pero que se convirtió en un show un tanto rebuscado, la representante de Jalisco Karin Ontiveros, fue coronada el sábado en la noche como la mujer más bella de México y ahora su meta será mantener la corona de Miss Universo en el país azteca.

“Estoy muy feliz con este triunfo y mi siguiente deseo es ser la Miss Universo 2011”, dijo la joven de 22 años tras recibir la corona como Nuestra Belleza México de manos de Ximena Navarrete.

Con su triunfo la bella tapatía también hizo historia pues es la tercera vez consecutiva que la corona es ganada por una concursante de Jalisco, haciendo que ese estado mexicano sea considerado una fábrica de bellezas.

MIRA A LAS CONCURSANTES QUE PARTICIPARON

El segundo lugar fue para Miss Nuevo León, Cynthia de la Vega, quien representará a México en Miss Mundo 2011, mientras que la suplente de ambas fue la concursante de Aguas Calientes Gabriela Palacios, quien tendrá la misión de ir a Miss Internacional.

Aunque la decisión final de los jueces coincidió con el favoritismo de las ganadoras, el punto interesante de la noche fue la ronda de preguntas a las finalistas, pues a diferencias de otros años esta vez no hubo cuestionamientos sobre temas ligeros sino sobre asuntos bastante controversiales.

A la nueva reina le preguntaron si estaba a favor de la legalización de la droga, a la virreina le preguntaron por la violencia doméstica en el noviazgo y la pregunta para la suplente fue sobre los matrimonios de parejas homosexuales y el derecho a la adopción, temas que curiosamente las concursantes capotearon con astucia e inteligencia.

La crítica de la noche corrió por cuenta de los trajes de las candidatas, pues en el desfile en traje de baño lucieron diseños con los colores de la bandera mexicana que no gustaron mucho y los trajes de gala, aunque quisieron ser una alegoría del siglo XVIII, resultaron bastante pasados de moda y exagerados.

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