Guerra por camal de Yerbateros
Guerra por camal de Yerbateros

6Con el apoyo de un cargador frontal que derribó la puerta principal y el disparo de bombas lacrimógenas, 250 policías ingresaron ayer al camal de Yerbateros, donde se habían atrincherado 50 matones con armas de fuego para impedir que Giovanni Paredes Ruiz retome la administración del local más importante de venta de carne de Lima, que hasta ayer estuvo en manos de su hermana mayor Blanca Paredes Córdova.
'Giovanni estamos contigo', gritaban los comerciantes.
El contingente policial llegó al lugar a las ocho de la mañana para dar cumplimiento a la orden judicial de descarraje que emanaba del 45 Juzgado Penal de Lima, que ordenaba, además, a la antigua dueña entregar el camal que se encontraba en disputa judicial.
Sin embargo, se encontraron con un grupo de matones que provistos con cartuchos de dinamita, pistolas, bombas lacrimógenas y piedras se habían atrincherado en el local de Ate. Los dos portones estaban cerrados con candados y, además, se impedía la salida de cientos de comerciantes de carne.
'No quieren que nadie salga, están armados con bombardas (cartuchos tipo dinamita con pólvora negra) y pistolas', gritaba una comerciante, mientras escapaba del lugar con dos costales llenos de carne.
A las diez de la mañana, el personal policial al mando del coronel PNP Juan Quiroz Chávez, jefe de la División Territorial Este, intentó ingresar al camal, pero el disparo de armas de fuego y la explosión de las bombardas impidió su paso.
En ese momento todo indicaba que el descerraje se iba cancelar por falta de garantías, pues Giovanni Paredes, resguardado por 12 guardaespaldas, llegó también con otro contingente de matones chalacos, los que portaban palos y vestían polos rojos con el rostro del empresario. 'Fuera Blanca corrupta' gritaban los revoltosos.
Preocupado porque la posibilidad de que se frustre la diligencia, Giovanni pidió a la fiscal y policías el cumplimiento de la orden judicial. 'Tenemos un cargador frontal y sopletes, tenemos que entrar', exigió. Entonces, la secretaria del 45 Juzgado Penal de Lima, Haydée Espinoza Cóndor, junto al abogado de Giovanni Paredes, Harold Castillo, evaluó los hechos y ordenó que la orden de descerraje se cumpla.
A las 13 horas con diez minutos, el tractor derribó la puerta metálica del camal de Yerbateros que da a la avenida Nicolás Ayllón, y luego de lanzar bombas lacrimógenas ingresaron y ocuparon el local, capturando a 20 de los 50 matones que se defendieron lanzando piedras y haciendo disparos al aire.
'Tendré que empezar de cero.
Se han llevado todo, me han desprestigiado, me han arruinado.
Han comprado la justicia para despojarme de algo que es mío. Sólo me han dejado deudas millonarias', declaró el menor de los Paredes, quien ingresó al camal de Yerbateros después de casi dos años de perder su administración a manos de su hermana mayor.