top of page

El caso Utopía, ¿hemos aprendido algo luego de la tragedia?

Autor: Fabrizio Repetto

 

El 20 de julio del 2002, en el Centro Comercial Jockey Plaza, se produjo un incendio en la discoteca Utopía, dejando un saldo de 29 fallecidos y 56 heridos, así como una batalla judicial que finalizó con una ridícula pena de cuatro años de prisión para los responsables de este lugar de ocio. Luego de lo ocurrido en Los Olivos, hace casi un mes, me pregunto: ¿hemos aprendido algo luego de lo ocurrido hace ya 18 años? Les explicaré sobre qué pasó en esa oscura madrugada, junto con los antecedentes del caso.


En el año 2001, se fundó la empresa Inversiones García North S.A.C, que tenía como representantes a los hermanos García Salvattecci y a Percy North Carrión, este último el administrador. Meses después, los García se retiraron e ingresaron Edgar Paz Ravines y Alan Azizollahoff, propietarios de discotecas en el ámbito local. En noviembre de ese mismo año, encargaron a la empresa A&C Asociados, la construcción de una discoteca en el Jockey Plaza Shopping Center, en un área colindante a la tienda Ace Home Center de 870 mt2, entregándose la obra a finales de abril del 2002, aunque no se había solicitado una licencia de construcción y funcionamiento, así como una inspección de Defensa Civil. A pesar de todo esto, se inauguró el 4 de mayo de ese año, aunque no tuvo tanta popularidad en sus inicios. Entonces, la administración decidió hacer una fiesta llamada “Zoo”, en la noche del 19 de julio, donde asistieron más de 1500 personas, superando el aforo indicado.


A las tres de la mañana del 20 de julio, el disc jockey Roberto Ferreyros, con la ayuda de un aerosol, hizo un espectáculo de fuego en la cabina, sin embargo, el fuego llegó al falso techo de la estructura, propagándose rápidamente. Los presentes trataron de buscar alguna zona de escape, pero todas estaban cerradas y no había señalización, siendo la única salida la puerta principal, que daba a un estacionamiento y zona de tiendas del Centro Comercial, que, días después, se demostró que también era una “bomba de tiempo”, al contar con varias irregularidades en el diseño y construcción. Otra parte del público decidió esconderse en el baño, pero la mayoría murió por asfixia. A las 3.15 am, llegaron bomberos de la Compañía de Salamanca, que tardaron cinco minutos en ingresar debido a que las puertas principales estaban cerradas, así que dieron la vuelta a la manzana para ingresar por la Av. Olguín, donde encontraron a personas preocupadas y algunas en riesgo de asfixia. Estas personas fueron llevadas a diversas clínicas u hospitales, aunque algunas ya habían muerto en el lugar de los hechos.


Desde esa fecha, los padres de los fallecidos han iniciado una larga batalla judicial para que los responsables pugnen condena. Los primeros en ser condenados fueron North y Ferreyros, aunque con penas de cuatro años de prisión que no le gustaron nada a los padres, que seguían batallando para que los principales accionistas vuelvan al Perú para pagar por lo que habían hecho. Azizollahoff y Paz fueron condenados, también a cuatro años, el 8 de abril del 2014. Sin embargo, ambos se encontraban fuera del país, lo que obligó al Estado a solicitar captura internacional a la Interpol. Edgar Paz fue capturado en 2018 en México, pero fue liberado provisionalmente, lo que ocasionó el retraso de su extradición, que fue hace algunas semanas. Alan Azizollahoff sigue libre en Estados Unidos, a pesar de que, el 28 de febrero de este año, Perú solicitó su extradición al mencionado país.


Para finalizar, a pesar de que hubo un incendio en la discoteca Thomas Restobar de Los Olivos, hace ya un mes, ¿logramos aprender alguna lección que nos dejó esta dolorosa tragedia? Creería que no, la negligencia en varios lugares sigue presente y no hay solución, como aquella tragedia de Larcomar en el 2016, que sigue sin encontrar culpable alguno. La Justicia debe empezar a poner esfuerzo en estos casos, y nunca hay que dejar impune la larga lucha por más de 18 años que estos padres y madres enfrentaron para ver a los responsables de Utopía en la cárcel. Pongámonos en sus zapatos y reflexionemos para lograr un país mejor, un Perú sin Utopías y “bombas” de riesgo.



Exteriores del local 1E-A del Jockey Plaza en Surco, donde quedaba la discoteca Utopía, días después del fatídico incendio donde murieron 29 personas. Fuente: Perú21.

117 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

¿Papel?

bottom of page