El barroco

Si en corvas cimbrias artesones de oro
Por soberbias arquitrabes vuelan
Con ricos lazos de inmortal tesoro;
(…)
¡Qué es ver sobre las nubes ir volando
Con bellos lazos, las techumbres de oro
De ricos templos que se van labrando!
Bernardo de Balbuena

Proveniente de la palabra portuguesa
barrueco que significa impura,
abigarrada, extravagante, osada, el
ejemplo más impactante del arte
barroco novohispano se encuentra en
la arquitectura religiosa, donde los
artesanos indígenas le dieron un
carácter único.

Las nuevas formas arquitectónicas no surgen de
la nada, sino que son consecuencia natural de la
evolución estilística señalada ya por el
Manierismo.
De nuevo será Italia el foco creador, y el
Papado, y el ideario de la Contrarreforma
católica , los que impulsen la nueva estética
arquitectónica, que basará su fuerza expresiva
en la monumentalidad, la complicación y el
dinamismo de las construcciones.

La arquitectura es la principal manifestación
del estilo barroco: las demás artes se someten
a ella para conseguir el efecto de conjunto.
Se define por su libertad en la utilización del
léxico arquitectónico clásico elaborado
durante el Renacimiento, la fantasía
desbordante y el afán de movimiento.
El urbanismo barroco es consecuencia de la
necesidad de ordenar el desarrollo de las
ciudades y de expresar, a través de la
arquitectura monumental (edificios, plazas,
fuentes, jardines, etc.), el poder del Estado o
de la Iglesia

Durante los siglos XVII y XVIII la
conquista y dominación de las
Indias llega a su apogeo. La estética
básica con que se crean es la del
barroco.
Pero en América el barroco
encuentra su propio estilo, gracias a
la fusión del nuevo estilo con el
sustrato indígena y la tradición
mudéjar.
Tres son los impulsores del barroco
en América: la Corona, la
burguesía y los jesuitas como
representantes de la Iglesia.
.

• Los edificios se caracterizan por la
utilización de materiales pobres:
ladrillo y yeso, reservándose la piedra
para portadas, esquinas y ventanas
•La pobreza de los materiales trata de
ocultarse con una ostentosa decoración
(retablos y frescos ocultan los muros),
así como elementos constructivos,
como las cúpulas encamonadas:
estructuras de madera recubiertas de
yeso.
• Se interpretan con libertad los órdenes
clásicos, y se utiliza profusamente la
columna salomónica

La arquitectura fue un vehículo para la
evangelización .
En un principio el barroco en la
arquitectura tuvo en México condiciones
de la más moderna vanguardia, por eso no
se adoptó inmediatamente en las obras
que ya habían empezado a construirse
como en el caso de las catedrales: las de
México, Puebla, Oaxaca, Pátzcuaro y
San Cristóbal de las Casas y
Guadalajara, fueron un ejemplo de esto
aunque, por supuesto, cuando estuvieron
terminadas se le agregaron detalles del
estilo que estaba en boga.
Catedral de Guadalajara
1561 – 1618
Manuel Gómez Ibarra
Catedral de Puebla
1575 – 1649
Francisco Becerra
Catedral de Oaxaca
1535 – 1733
Miguel de Sanabria

En nuestro país, las dos culturas que se
fusionaron en la Colonia, la Indígena y
la Española, poseían un profundo
sentido religioso en el que se mezclaron
ritos, leyendas y antiguas creencias que
desembocaron en una nueva
concepción, una nueva cultura que dio
paso a lo que hoy conocemos como;
México.
Entre las características generales del arte
barroco están su sentido del movimiento,
la energía y la tensión. Fuertes contrastes
de luces y sombras realzan los efectos
escenográficos de muchos cuadros,
esculturas y obras arquitectónicas. Misión Franciscana Querétaro

• 1ª. Primer tercio del siglo XVII, en el que la
influencia de Herrera y El Escorial sigue siendo
grande.
• 2ª. Barroco pleno, con edificios con una
decoración Exuberante
• 3ª. Siglo XVIII. Con dos tendencias:
– La churrigueresca, en la que el protagonismo de
la decoración se lleva al extremo, presente
especialmente en edificios de carácter religioso
– La clasicista de los Palacios Reales que construye
la nueva dinastía Borbón procedente de Francia

• En el primer tercio del siglo XVII pervive el estilo
herreriano, con fachadas y plantas simples, materiales
pobres y edificios de aspecto austero y sombrío. En
este período destacan:
– Francisco Bautista, que desarrolla el estilo jesuítico
en la iglesia de San Isidro de Madrid
– Alonso Carbonell que diseña el Buen Retiro
– Juan Gómez de Mora, el más representativo.
Trabaja en la corte, donde proyecta la Plaza Mayor y
la Cárcel de Corte, y en Salamanca, donde realiza el
colegio de los jesuitas (La Clarecía).

Se respetan las órdenes clásicas de
columnas y pilastras.
Los ornamentos se colocan alrededor,
en elementos secundarios,
entablamentos, remates y frontones.
Se transforma sobretodo la parte
superior de fachadas.
Primera mitad del siglo XVII
Presente en catedrales de México y
Puebla.
Catedral de México
1570 – 1813
José Damián Ortiz de Castro
Catedral de Puebla
1575 – 1649
Francisco Becerra

Catedral de San Cristóbal de las Casas

• En el período del barroco pleno
encontramos una mayor tendencia a la
decoración, y a la eliminación de los
elementos herrerianos. Destacan:
– Alonso Cano, autor de la fachada de
la catedral de Granada
– Francisco Hurtado Izquierdo, que
realiza la Cartuja de Granada.
– José Jiménez Donoso, que proyecta la
Casa de la Panadería en la plaza Mayor
de Madrid
– Pedro de la Torre: capilla de San
Isidro en Madrid

Catedral de Granada
FRANCISCO HURTADO IZQUIERDO.
Sacristía de la Cartuja de Granada
JOSÉ JIMÉNEZ DONOSO.
Casa de la Panadería. Plaza Mayor de Madrid
PEDRO DE LA TORRE.
Capilla de san Isidro.

Columna Helicoidal o
salomónica iniciada por
Bernini.
Responde al afán barroco de
distorsión y movimiento.
Llega a su plenitud en la
segunda mitad del siglo
XVII
Misión de San Francisco del Valle de Tilaco

Sta María Hueyapam, Oaxaca
Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores en
Dolores Hidalgo, Guanajuato
Capilla de la Tercera Orden Atlixco Puebla

– Estilo extraordinariamente decorativo, sobre todo en
el exterior.
• El arquitecto más importante es José Benito de
Churriguera, creador del estilo: autor de San Cayetano,
Santo Tomás, y la ciudad de Nuevo Baztán, además de
varios retablos
• Joaquín de Churriguera: colegio de Calatrava de
Salamanca
• Alberto de Churriguera: plaza Mayor de Salamanca.
• Pedro de Ribera: puente de Toledo, Hospicio de
Madrid
• Narciso Tomé, que integra arquitectura, escultura y
pintura en el transparente de la catedral de Toledo.

NUEVO BAZTÁN.
Palacio e Iglesia de San Francisco Javier
ALBERTO CHURRIGUERA.
Plaza Mayor de Salamanca
PEDRO DE RIBERA
San Cayetano. Madrid

Estípite pirámide de
vértice, alto, truncada
e invertida.
Introducida en el
barroco por José
Benito Churriguera.
Acompañada de
mucha ornamentación

Detalle Cupula Santa Maria Tonantzintla
Catedral de Zacatecas
Catedral de Taxco
Capilla del Sagrario, Mexico DF

• Leonardo de Figueroa, que reviste los edificios de
ladrillo vidriado, yeso y piedra blanca: hospital de los
Venerables, seminario de San Telmo.
• Fernando de Casas Novoa, que hace la fachada del
Obradoiro en Compostela.
• Juan Pérez Castiel (remodelación Catedral de Valencia)
y Conrad Rudolf (Puerta de los Hierros de la Catedral
de Valencia)
– El estilo se difundirá por la América hispana, donde la
decoración será muy exuberante

Obradoiro en Compostela
Catedral de Valencia
Hospital de los Venerables. Sevilla
Palacio de Sn. Telmo de Andalucia

• La nueva corte borbónica importa un gusto más clásico, de
tipo francés, muy alejado de los excesos decorativos
churriguerescos.
• En sus edificios predomina el ritmo ordenado y claro y el
gusto por el equilibrio.
• Los grandes proyectos de la corte borbónica son:
– La Granja de San Ildefonso, residencia de verano de la
Corte, encargada a Teodoro Ardemans
– El Palacio de Aranjuez, de Santiago Bonavía.
– El Palacio Real de Madrid, encargado a los italianos
Filippo Juvara y Giovanni Battista Sacchetti.
•

PALACIO REAL DE MADRID.
Fachada de la Plaza de la Armería
FRANCISCO MORADILLO
Iglesia de Santa Bárbara. Convento de las Salesas Reales
VENTURA RODRIGUEZ
Interior del Real Monasterio de la Encarnación
FRANCESCO SABATINI.
Iglesia de San Francisco el Grande.
Madrid

Término acuñado por el
Doctor Atl para nombrar la
última parte del Barroco y la
más exagerada.
Surge cuando desaparece la
columna (estípite) de ahí su
nombre.
Se cae en un exceso de
decoración.
Se manifiesta sobretodo en
retablos, casi no hay fachadas
La Enseñanza. D.F.
Santa María Tonantzintla

Santa Mara Tonantzintla
Santo Domingo

• Cúpulas
• Fachadas (profusa ornamentación)
• Torres
• Retablos
• Iglesias con volúmenes cúbicos
pero con profusa ornamentación
(plantas clásicas: cruz latina y
rectangular)
• Dinamismo (línea curva)
• Contraste de luz y sombra
• Retablo: elemento central, pues ahí
se encuentra el altar y el sagrario.
• El nicho con la imagen venerada
(segundo plano)
• Los cambios estilísticos del barroco
están marcados por la columna.

• El rechazo de la simplicidad y la búsqueda de lo
complejo.
• El papel del movimiento y la luz, como elementos
determinantes de la misma.
• La creación de espacios dinámicos.
• El gusto por lo infinito, por lo teatral, y lo efectista.
• El uso de la línea curva tanto en las estructuras de los
edificios como en la decoración.
• utilización de materiales ricos para dar más sensación de
ostentación.

Templos: Tienen en su
mayoría la orientación de su
crucero hacia el oriente, la
dirección de Jerusalén,
donde fue crucificado el
Redentor.
Por consecuencia, sus
fachadas miran hacia el
poniente. Esta característica
hace que la tarde sea el
mejor momento para
fotografiarlos.

Los retablos, representan la
expresión cumbre del barroquismo
arquitectónico y escultórico, con
su profusión de volutas, orlas,
racimos y rostros que parecen
surgir como botones de flores que
se abren en medio de la floresta.
Cuentan con pilares, pilastras,
nichos, hornacinas, follajes, santos,
vírgenes, ángeles, querubines,
medallones, altorrelieves,
bajorrelieves, esculturas de Cristo
y múltiples detalles que atiborran
estas moles de madera cubiertas
con papel dorado.

XVIII. El barroco mexicano fue un movimiento dentro del
cual los criollos fueron parte fundamental; lo que el
barroco intento expresar en su espíritu: abundancia,
exuberancia, movilidad continua, efervescencia, vida,
riqueza y libertad.
En el barroco mexicano surge la voluntaria alteración en
las proporciones de los elementos arquitectónicos; la
multiplicación y realce de las formas en los arcos, la
incorporación en los frontones de abundantes, irregulares
y realzadas molduras. La columna se convierte en pilastra
exuberantemente ornamentada; se decoran todos los
entrepaños; las líneas se rompen hasta el infinito, y la talla
y la escultura se convierten en elementos decorativos
definitorios de la fábrica de los edificios.

El muro es el principal soporte y
tiene en carácter dinámico; se
ondula y modela, permitiendo
plantas flexibles. Los vanos que
se abren pueden tener formas
complejas, ovales, con
sobreventanas, etc.

Fachada barroca de la catedral de Murcia
Los soportes, exentos o
adosados se emplean
mucho, pero, en
general, con fines
decorativos.
Se usan los atlantes,
cariátides y ménsulas y
aparecen dos soportes
nuevos típicamente
barrocos: la columna
salomónica y el
estípite.

COLUMNA
SALOMÓNICA: la que
tiene fuste torsionado en
forma de espiral.
ESTÍPITE: soporte
vertical cuyo tronco tiene
forma de pirámide
invertida; puede resultar
muy complejo al
yuxtaponerse, en
ocasiones, diversos
elementos.

Se emplean todos los órdenes
(dórico, jónico, corintio,
toscano, compuesto) de
columnas y sus entablamentos,
aunque se prefieren las
proporciones gigantes.
Las columnas pierden sus
proporciones clásicas y se
hacen monumentales o
enanas, según convenga al
efecto del conjunto.
Los fustes lisos de las
columnas se sustituyen por
fustes retorcidos,
salomónicos, lo que constituye
una genuina creación barroca.
G. Bernini, Baldaquino de San Pedro

Los arcos son muy variados: de medio punto,
elípticos, mixtilíneos, ovales...
El arco más utilizado es el de medio punto.

F. Borromini,
iglesia de San Carlos de las cuatro fuentes
(San Carlo alle Quattro Fontane)
Roma, 1634-1641
Las fachadas se curvan como
consecuencia de la introducción
de entablamentos curvos.
Inspiradas en el modelo de “Il
Gesú” de Vignola, tienen dos
cuerpos, y se van haciendo más
movidas y ricas en claroscuro.
Se llenan de esculturas, las
columnas se desprenden del
muro y el efecto general es de
mayor riqueza y movimiento.

Se empiezan a dibujar fachadas
cóncavas o convexas, que se
relacionan estrechamente con el
espacio urbano en que se insertan y
que se edifican teniendo en cuenta el
ángulo bajo el cual van a ser vistas,
buscando efectos de perspectivas
fugadas y de ejes diagonales.
Esto supone que los muros se hacen
flexibles: se mueven, con entrantes y
salientes, se ondulan.
Las cornisas, muy salientes, también
reflejan esta concepción dinámica de
la fachada. Se trata, casi, de una
concepción orgánica del edificio.

Bóveda ovalada de la
Iglesia de San Carlos de las cuatro fuentes
Los sistemas de cubierta son
muy variados. Las bóvedas, de
cañón, arista, lunetos y
semiesféricas sobre
pechinas, son las más
características.
Frente a estos elementos, ya
utilizados en el Renacimiento,
se ensayan nuevas bóvedas
ovales o estrelladas,
multiplicándose las cúpulas
en el exterior del edificio.

También se construyen
bóvedas falsas, llamadas
encamonadas.
Bóveda encamonada del
oratorio de San Felipe (Cádiz,
1688-1719).
F. BORROMINI, cúpula de Sant’Ivo

Iglesia de los Inválidos de París
J. H. Mansart, 1678-1691
La cúpula sobresale en el
exterior, pero interiormente
será absorbida, como
superficie semiesférica pura,
por un torbellino de figuras,
pinturas, molduras o fingidos
cielos (véase el caso de la
cúpula de la basílica de Santa
María de Elx cuando se
representa el Misteri).
Son grandes rompimientos de
gloria en los que aquéllas
simulan desaparecer, dejando
ver un mundo celestial.

Iglesia de San Andrés del Quirinal
G. Bernini, 1658-70
Incluyen diseños basados en la línea
curva, en consonancia con el mayor
dinamismo buscado, como frontones
curvos y partidos, vanos ovalados y
motivos vegetales, cueros y cortinajes
que sugieren un mundo irracional y
caprichoso.
Se emplea, con frecuencia, el trampantojo
(trampa para el ojo); un recurso que, a
través de la pintura, simula un espacio
arquitectónico que se abre sobre el muro.
Los soportes pasan a tener, muy a
menudo, un carácter decorativo,
desprovistos de toda función tectónica.

Todos estos elementos se emplean con
gran libertad, pues lo que se valora es la
invención y la originalidad en la
plasmación de formas nuevas que
impresionen al espectador.
En ocasiones, la artificiosidad en los
procedimientos actúa en detrimento de la
solidez o funcionalidad del edificio.
Lo que importa es el efecto global, al que
se subordinarán las formas escultóricas,
pictóricas y decorativas que embellecen
la arquitectura; de este modo, el edificio
se constituye en un todo orgánico.

Los edificios, religiosos o
civiles, tienen un sentido
simbólico-propagandístico y
gran variedad de plantas.
Los edificios típicos siguen
siendo la iglesia y el palacio en
sus distintas variaciones,
aunque también hay que
destacar las plazas y las fuentes
que las decoran.

La tradicional planta rectangular da paso a plantas elípticas,
circulares y mixtas. Se da un claro predominio de la “Planta
jesuítica” (modelo de iglesia de Il Gesú, de Vignola, en Roma).
G. Bernini, iglesia de
San Andrés del
Quirinal, 1658-70.
F. Borromini, iglesia de
San Carlos de las Cuatro
Fuentes, Roma
Iglesia jesuítica de
“Il Gesú “, Roma

El espacio interior también se
concibe como una forma
fluyente, estando dominado por
las superficies curvas. La
decoración va haciéndose cada
vez más rica y colorista,
potenciando el efecto
escenográfico y teatral de la
arquitectura barroca
Interior: Die Wies, Bavaria, Alemania (1746-54),
Dominicus Zimmerman

Los templos a donde acude la gente sencilla del
pueblo es bueno y pio que se construyan y adornen
magníficamente. Porque el templo suntuosamente
adornado atrae al os hombres a la piedad, conserva
la majestad de los sacramentos y la reverencia
debida a las cosas divinas y es un incentivo de la
devoción.
Roberto Bellarmino

• Ars Summum, www.arssummum.net
• Caballero, J.D., Enseñ-arte
• Grupo CREHA (J. Jiménez Zorzo, I. Martínez Buenaga, J. A. Martínez
Prades, J. Martínez Verón), www.artecreha.com
• Martínez Verón, J., www.slideshare.net/jmartinezveron
• Pérez Molina, T., www.slideshare.net/tomperez
• Web Gallery of Art, www.wga.hu
• Wikimedia Commons

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