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HUARANGO TAMARINDO

EL

ALGARROBO GUARANGO, de casi 30 metros de altura, crece en las riveras del rio. Sus raíces se desprenden
MANGLAR
en época seca.

EL TAMARINDO (Tamarindus indica) es un árbol pequeño que en realidad es


originario del continente africano, aunque ahora se cultiva en toda la región Piura
y otras partes del pais. Desde hace tiempo se ha valorado por su fruta pequeña y
agridulce que se consume tanto cruda como cocida.
Cuando los frutos se sumergen en agua, el resultado es un líquido dulce y picante utilizado en diversos platos del sudeste asiático. Esa no es la única razón por la que el
tamarindo es tan apreciado en toda la región.

El ALGARROBO es un árbol que aporta, desde tiempos ancestrales, muchos beneficios al hombre peruano, gracias a sus múltiples cualidades como alimento, forraje, abono,
madera, medicina y materia prima para el desarrollo de diversas actividades económico-productivas.

El ALGARROBO constituye una especie importante para el control de las dunas, la captación de nitrógeno del aire y su fijación en el suelo, y la incorporación de materia
orgánica a partir de la descomposición de sus hojas y ramas.

EL MANGLAR

Especie arbórea que viven a lo largo de costas, ríos y estuarios en las zonas trópicos y subtropicales que mantienen parte de sus
troncos y raíces debajo del agua salada o salobre.

EL HUALTACO

El hualtaco es un árbol de la zona templada-calurosa de la cuenca del río Jequetepeque que es, llamémosle, quisquilloso. Cuando pasas caminando junto a él hay
que saludarlo (basta un "buenos días compadrito hualtaco") y no le gusta que lo toquen o que pasen junto a él de mal humor, pues si lo haces el árbol te impregnará
de granos, algo parecido a la sarna, del cual uno no se cura si no se va, al día siguiente, a bailarle desnudo y pedirle perdón por la ofensa. 

EL GUARANGO

El huarango es hábitat para una única e increíble biodiversidad. Está diseñado para vivir mil, tal vez dos mil años, atrapar con sus ramas y hojas
la neblina y devolver el agua al suelo, creando así un extraordinario microclima, conjuntamente con la “poña”, la fértil capa formada por sus
menudas hojitas caídas. Y, last but not least, proveer, además de leña y forraje, un dulcísimo y altamente nutritivo fruto en forma de vaina que
adquiere un color dorado en su madurez.

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