Está en la página 1de 10

Ética y Liderazgo

SESIÓN N° 12
PROBLEMAS DE CONVIVENCIA EN EL PERÚ

CAPACIDAD TERMINAL

Explicar un comportamiento ético en el desempeño laboral y social.

Una gran fuente de los problemas o conflictos cotidianos radica en las


diferencias que tenemos en nuestros
valores, en la forma de ver el mundo, en la
suposición que hacemos de la gente y en las
creencias que apoyan las decisiones que se
asumen en el enfrentamiento de dichos
hechos.
Por esta razón, una apuesta por concretar
los valores en un marco de la convivencia y
la resolución pacífica de conflictos y/o
problemas lo está “en saber estar en la
realidad”; pues no se puede desconocer que
hay quienes confunden la realidad con sus
impulsos instintivo y otros confunden la realidad con sus ideales. Así el hombre
realista y racional, que es el que sabe estar en la realidad de manera
consciente creando sentidos y posibilidades positivas y justas para la vida
humana, seguramente será aquel, que convierte sus diferencias con otros, en
un espacio de crecimiento personal y colectivo que se responsabiliza de sus
actos y decisiones frente a las opciones de solución y de construcción de
consenso.
12.1. El término convivencia
El Diccionario de la Real Academia Española en su 22da edición (2001),
manifiesta el siguiente significado sobre Convivencia. F. Acción de
convivir. Convivir. (Del lat. convivere) Vivir en compañía de otro u otros,
cohabitar.
12.2. El conflicto en las relaciones interpersonales:

Mg. Walter Quiroz Gutierrez


1
Ética y Liderazgo

La aparición del conflicto o problemas de convivencia en la vida


cotidiana comparten tres premisas:
 El conflicto es una construcción humana, pues en este participan seres
humanos.
 Es imposible no reaccionar frente a un conflicto o problema, así la
respuesta sea de negación o evitación de este, pues el conflicto
también es un hecho comunicacional que da cuenta de los valores y
creencias que están en juego.
 Se comporta en forma de ciclo, es decir, lo constituyen fases, que se
cierran en función a la respuesta frente al mismo, sus consecuencias y
el marco de los valores de sus participantes.
12.3. Diferenciación y estratificación sociales:
En todo grupo humano organizado se distinguen los individuos,
además de sus caracteres y condiciones físicas, por diversas
características y condiciones sociales: por los bienes materiales que
poseen, por la posición que ocupan en la escala
social, por sus gustos, usos y costumbres, por sus
creencias, por su educación y, en fin, por muchas
otras cualidades heredadas o adquiridas, pero antes
que todo por el papel que desempeñan dentro del
grupo. La diferenciación social es, por consiguiente,
una característica universal de las sociedades
humanas, puesto que resulta esencial para su mantenimiento y
supervivencia.
En toda sociedad, animal o humana, se necesita de una cierta división
del trabajo. En las sociedades de animales la división del trabajo está
determinada por una especialización biológica del organismo de los
individuos, que reaccionan genética e instintivamente en forma fija ante
ciertos estímulos así, la complicada estructura y la minuciosa
organización funcional de las sociedades de insectos, tales como las
hormigas y las abejas, son una consecuencia de la diferenciación
fisiológica. Esto no ocurre, como ya hemos visto, a nivel de las relaciones
humanas, en las que las pautas del comportamiento social están regidas

Mg. Walter Quiroz Gutierrez


1
Ética y Liderazgo

por la cultura y se logra la coordinación de las diferentes funciones de sus


miembros a través de los papeles que desempeñan en la vida social, en
sus interacciones con cada uno de los demás, controladas por normas,
reglas o patrones. Los miembros del grupo deben ser inducidos a cumplir
ciertas tareas y adquirir la pericia necesaria para desempeñarlas. Es así
como la división del trabajo determina la diferencia social, sin la cual
probablemente no sobreviviría ninguna sociedad.
Se manifiesta que la división biológica de los seres humanos, en
hombres y mujeres, constituye la base fundamental para la clasificación
social más elemental que pueda encontrarse en cualquier lugar, pero las
más veces el hecho no ha sido bien explicado. Además, en toda sociedad
es también evidente que existe alguna división o diferenciación no
determinan la aparición de los estratos sociales.
Lo que determina la estratificación social es la verdadera división del
trabajo que se produce por la especialización, conjuntamente con el
desarrollo de la técnica y el control de los excedentes de la producción
por parte de un grupo o sector del agradado social.
Siempre que la sociedad muestra una serie graduada de posiciones
decimos que está estratificada. En consecuencia, se puede definir la
estratificación social como un tipo de diferenciación social que entraña
desigualdad y se refiere a la existencia de una jerarquización sistemática
de las posiciones sociales. Cuyos ocupantes se consideran entre ellos
superiores, iguales o inferiores en los asuntos que atañen a las relaciones
sociales. Dicho de otra manera, la estratificación social es la disposición
de los miembros de una sociedad en capas o estratos. Los estratos
sociales son colectividades de personas que ocupan posiciones de
jerarquía igual o parecida.
12.4. Lógica que explica la aparición y dinámica de los conflictos y/o
problemas de convivencias humana:
 Parten de la existencia de necesidades insatisfechas, de percepciones
de riesgo o amenaza frente las cuales se plantea la necesidad de una
respuesta, así como de la aparición de oportunidades para cuyo
aprovechamiento es necesaria la movilización.

Mg. Walter Quiroz Gutierrez


1
Ética y Liderazgo

 En este marco de necesidades, riesgos y oportunidades, se generan


diversas percepciones, “marcos interpretativos”, sobre la existencia o
no de derechos vulnerados, de la justicia o injusticia de la situación
que se vive, de la necesidad de actuar o responde, de la legitimidad y
eficacia de acciones reivindicativas.
 Encontramos que la actuación del Estado –ya sea través de las
políticas que promueve o implementa, así como por su ausencia o
desatención cuando su actuación es requerida- es clave para plantear
la necesidad de convertir la percepción de un derecho vulnerado en
una demanda específica. En otras palabras, la gran mayoría de
conflictos son de una u otra manera consecuencia de la acción o
inacción del Estado, y no tanto resultado de procesos de organización
surgidos “desde abajo”.
 Se plantea a continuación la generación de demandas explícitas por
parte de algún sector de la población ante alguna autoridad pública. Lo
importante aquí es registrar que el paso de necesidades o percepción
de afectación de derechos no genera automáticamente una demanda.
Para ello se requiere un mínimo nivel de organización y de capacidad
de definir un interés específico y formular un reclamo o propuesta.
 La explicación de la persistencia de situaciones estructurales de
pobreza, marginalidad o exclusión se halla precisamente en la
dificultad que tienen algunos peruanos para formular demandas y
hacerlas representar en la arena política.
12.5. Raza y racismo
Raza es otro término que aparece indirectamente cuando se habla de
identidad cultural. Por ejemplo: de los lambayecanos se dice que son
descendientes de tres “razas”, una prehispánica que es la “raza moche” y
las otras dos que llegaron con la invasión y la conquista, la “raza blanca”
conformada por los españoles y la “raza negra” atribuida a los africanos
que llegaron en condición de esclavos. Además, se manifiesta que cada
una de estas “razas” es biológicamente diferente. Sabemos que estas
nociones no se ajustan totalmente a la realidad genética y en ello radica la
importancia de especificar y delimitar el concepto de raza.

Mg. Walter Quiroz Gutierrez


1
Ética y Liderazgo

El significado de raza tradicionalmente refiere ciertos rasgos biológicos


compartidos por un determinado grupo dentro de la misma especie
humana, en contraste con la existencia de otro supuesto grupo humano.
Para ello se tiene en cuenta caracteres fenotípicos superficiales como
color de piel, estructura y color de cabello, forma de los labios y nariz.
Esto genera la clasificación de los seres humanos en diferentes razas:
blanca, amarilla, negra y cobriza o Europaeus, Asiaticus, Africanus y
Americanus, todas ellas supuestamente, desde el punto de vista
biológico, distintas.
El término adecuado que se recomienda para identificar a un grupo de
individuos con características más o menos similares en lo físico, es el de
etnia o grupo étnico; sin embargo, hay que resaltar que su significado va
mucho más allá de lo biológico, pues engloba principalmente lo cultural.
De manera que utilizar y aplicar el término “raza” para caracterizar a
los grupos humanos es muy peligroso, pues a partir de ello surgen teorías
racistas que justifican la creencia de que existen “razas” superiores e
inferiores. También aparecen grupos humanos que se sienten superiores
a otros y, por tanto, en mucho de los casos con derecho a dominar,
discriminar o eliminar al grupo
considerado inferior.
La historia, por ejemplo, nos
revela muchos casos terroríficos
donde se utilizaron las ideas racistas
para imponer la situación de
esclavitud y servidumbre, como
sucedió en los estados antiguos y
medievales. De la misma manera estas ideas sirvieron también para
incentivar la invasión y sometimiento de pueblos americanos (Incas,
Mayas, Aztecas, etc.) considerandos salvajes, en los siglos XV, XVII. En
el siglo XX sirvió para alentar el exterminio y persecución de minorías y
otros grupos sociales, como la del pueblo judío durante la Alemania Nazi
o el sistema de Apartheid en Sudáfrica. En 1993 estas ideas racistas
también estuvieron presentes en la masacre de la minoría tutsi en

Mg. Walter Quiroz Gutierrez


1
Ética y Liderazgo

Ruanda; del mismo modo la limpieza étnica emprendida por los serbios
en la antigua Yugoslavia a partir de 1991 estuvo alentada por ideas
racistas que condujeron a la eliminación de por lo menos 480 mil
personas según cálculos de la ONU.

12.6. Un problema muy complejo en el Perú: el racismo


Líneas arriba hemos mencionado muy brevemente el racismo. Es
necesario ampliar un poco más el análisis de este problema en el Perú.
Debemos reconocer que este tema es muy complejo al aparecer de
distintas formas en los estratos sociales que conforman la sociedad
peruana, por lo tanto, su manifestación difiere de un grupo a otro y al
interior de los mismos grupos.
Los estudios de Nelson Manrique (2004) dan un panorama general del
problema. Haciendo un análisis histórico, Quijano manifiesta que en
tiempos coloniales el racismo era muy marcado entre el español y el
indígena; esto se manifestó en asesinatos masivos, explotación, trato
inhumano y discriminación. Además, muchos europeos consideraban a
los indígenas como salvajes y en el extremo de los casos anulaban su
condición de humanos.
Al respecto Graus y Moura (2005) indican que: La duda de la condición
humana de los indígenas de considerarlos seres primitivos y en muchos
casos animales fue debido a la mala interpretación de los españoles en
torno al modo de vida, costumbres, ritos o “cultos” extraños que los
indígenas practicaban y que no fue entendida por los europeos,
confundiendo estas costumbres con prácticas bárbaras llenas de herejías
e ignorancia y, por supuesto, estaban en contra de las “buenas
costumbres” (p.24).
En el siglo XVI, uno de los que cuestionaban la humanidad de los
indígenas fue el literato e historiador español Juan Ginés de Sepúlveda,
personaje de fuerte influencia en la corte de Carlos V. Ginés de
Sepúlveda, quien seguía las ideas de Aristóteles, que planteaban que por
naturaleza, unos hombres son libres y los otros esclavos, los primeros

Mg. Walter Quiroz Gutierrez


1
Ética y Liderazgo

están para mandar y los otros para ser mandados, para ser esclavos,
justificó el sometimiento a la fuerza de las “razas inferiores”, entre ellas las
ubicadas en América prehispánica. Además, apostaba que cualquier
medio era bueno para imponer la supremacía de Europa sobre América.
Ante tal situación se generaron sendos debates con Erasmo de
Rotterdam y Fray Bartolomé de las Casas quienes asumieron una
posición de defensa del poblador indígena. A pesar que en el siglo XVI las
ideas de éste último prosperaron no cambió en nada el trato racista y la
explotación de los indígenas por los españoles.
Asimismo, los negros corrían la misma suerte, y más adelante los
mestizos tendrían otra realidad, otro trato por ser hijos de españoles. Sin
embargo, el hecho de provenir de la unión con una indígena no los
excluía de ser marginados. Pues éstos tenían una procedencia que se
veía como indeterminada, es decir se le incluía tanto en el ámbito
indígena como en el español. Ante esta situación el mestizo, por la
marcada discriminación racial, se vio obligado a establecerse
preferentemente en las áreas urbanas e integrarse en el sistema de
valores cultural del español.
Con el proceso de independencia no se solucionó el problema, al
contrario, las ideologías racistas sirvieron para justificar la dominación de
los criollos sobre el “indio” (que era un término de manera despectiva, en
ese entonces, era empleado para designar al poblador rural de la costa, la
sierra y de la región selvática), los afrodescendientes y los mestizos. De
esta manera se justificaba la miseria, la pobreza y la exclusión económica
en la que vivían la gran mayoría de peruanos y atribuían esta situación a
un problema biológico y a la existencia de razas “superiores” e “inferiores”
con ciertas virtudes, cualidades y capacidades. Por lo tanto, los de “raza
inferior” eran los más desposeídos entre ellos el indígena, el negro y en
cierta medida el mestizo. Se afirmaba que ellos no podían encontrar la
felicidad, la superación, ni acceder a cargos públicos porque
biológicamente e intelectualmente no eran capaces.
De tal forma que, muchos declaraban que el atraso cultural del Perú
era por la presencia de la masa indígena. Así que se proponía erradicar

Mg. Walter Quiroz Gutierrez


1
Ética y Liderazgo

este problema por intermedio del mestizaje biológico, es decir, “mezclar la


raza indígena con otras más vigorosas”.
Otros proponían, según Manrique, “redimir al indio por medio de la
educación. La redención del indio consistía en que éste dejaría de serlo.
No eliminarlos físicamente sino culturalmente. El etnocentrismo cultural”
(2004).
José Carlos Mariátegui, refiere que en la actualidad no existe un
cambio sustancial en torno a este problema y hoy las actitudes de
menosprecio y conductas racistas se manifiestan de una manera “sutil”.
Como vemos el racismo “se resiste a morir”.
12.7. Hacia una región y país de personas con cultura ciudadana:
Presentamos los componentes del diálogo como dinamizador de
procesos democráticos ante los problemas de convivencia:
 El saber escuchar implica una
actitud de respeto y de
valoración del otro como
persona, una manifestación de
tolerancia, de responsabilidad.
Escuchar aporta al diálogo
como un estímulo para que la
persona se sienta libre de
concretar y presentar con
palabras su mundo interno. Escuchar sirve como un espejo en el que
la otra persona puede llegar a una mayor comprensión a partir del
descubrimiento de nuevos significados de lo que dice, es un
momento para acoger cálidamente al otro desde el reconocimiento
de sus necesidades e interés es como legítimas. Nos permite mirar el
mundo desde el punto de vista del otro tratando de reconocer y
comprender las emociones y las razones de esa posición.
 El saber expresar nuestras ideas, nuestras emociones, nuestras
expectativas, nuestras necesidades, nuestra manera de ver el mundo
es el otro gran componente del diálogo. Supone no sólo expresarnos
con eficiencia sino cordialmente, ser claros en nuestra percepción de

Mg. Walter Quiroz Gutierrez


1
Ética y Liderazgo

la realidad es una de muchas y que de esta manera se va


construyendo el vínculo comunitario que sustenta un sentido de
pertenencia más fuerte. Saber expresar también supone la capacidad
ser abiertos honestos en los que sentimos, necesitamos y pensamos,
es una oportunidad de construir la confianza con el otro al compartir
nuestra vulnerabilidad.
Si realmente aceptamos que un conflicto es una realidad humana por
naturaleza, que existe en cada rincón del planeta, que es propio a nuestro
desarrollo y formación como habitantes del mundo, que no podemos
evitarlo, que toda nuestra vida vamos a vivir en y con conflictos de todo
tipo; si aceptamos eso, tenemos que aceptar que es necesario,
fundamental e ineludible comenzar a comprenderlo, reconocerlo y
atenderlo como expresión de una ciudadanía plena y de nuevas formas
de relacionarnos como seres humanos.
Es pertinente dejar de creer que en la democracia no existen los
conflictos: democracia y conflicto se encuentran estrechamente
vinculados. La democracia sólo se construye y existe desde la existencia
de los conflictos. Ellos permiten el desarrollo de procesos deliberativos, de
discusión, de toma de decisiones, de respeto y de tolerancia a la
diversidad; donde existe la posibilidad de llegar a acuerdos, asumiendo el
disenso y la divergencia como posibilidad de crecimiento. El tratamiento
del conflicto desde una perspectiva democrática nos constituye como
sujetos, nos permite mantener nuestras diferencias frente al resto y
mantener nuestra individualidad sin dejar de perder los vínculos
cooperativos.
Nuestra concepción sobre conflicto descansa en nuestras creencias y
experiencias vividas y en la correlación que hacemos entre los resultados
negativos frente a un conflicto y la visión que tenemos sobre él. Es decir,
nuestras creencias afectan nuestras respuestas ante el conflicto y como
consecuencia se refuerzan nuestras creencias con respecto al conflicto.
Un conflicto surge cuando dos o más personas que se relacionan
perciben diferencias incompatibles o amenazas hacia sus recursos,

Mg. Walter Quiroz Gutierrez


1

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

1. Realice el análisis reflexivo de la expresión: “Se convive en armonía en el


Ética y Liderazgo

necesidades y valores. El tipo de respuesta que demos determina si el


conflicto aumenta, disminuye o se resuelve.

Mg. Walter Quiroz Gutierrez


1

También podría gustarte