Desde que el Perú presentó la demanda de límites marítimos contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, en enero del 2008, se sabía que los fallos del tribunal internacional eran, casi por tradición, salomónicos. Pero salomónico implica para el Perú una ganancia y así ocurrió.

Incluso Peter Tomka, presidente del tribunal, reconoció que la metodología habitual que aplica la Corte "tiene el objetivo de lograr una solución equitativa".

Si bien la Corte no aceptó la demanda peruana en toda su extensión, lo que representaba aproximadamente 66 mil kilómetros de mar -entre la línea equidistante y el triángulo externo-, sí estableció una nueva frontera marítima con la cual nuestro país logró ganar aproximadamente 50 mil kilómetros cuadrados.

Tras más de dos horas de lectura, Tomka señaló que el Tribunal "concluye que la frontera marítima entre las partes se inicia en la intersección del paralelo de latitud que pasa a través de Hito N° 1 con la línea de bajamar, y se extiende por 80 millas náuticas a lo largo de ese paralelo de latitud al punto A. A partir de este punto, la frontera marítima corre a lo largo de la línea equidistante al punto B, y luego a lo largo del

Límite de las 200 millas marinas medidas desde las líneas de base chilenas para el punto C". (Ver mapa).

Para decirlo en buen cristiano, la Corte le dio la razón a Chile respecto a que el límite marítimo parte del punto en el que el paralelo del Hito 1 toca el mar, desechando la tesis peruana de que el límite comience en el Punto de Concordia.

Sin embargo, el Perú gana aproximadamente 50 mil kilómetros cuadrados por dos cosas: Al establecer que a partir de las 800 millas se trace una línea equidistante desde el punto A hacia el punto B ganamos aproximadamente 21 mil kilómetros cuadrados.

Además, Perú logra otros 28, 696 kilómetros cuadrados de mar al lograr obtener el denominado "triángulo externo" producto de la nueva definición.

52 no, 54 sí. La posición chilena se sostiene en que la Convención de Santiago de 1952 y el convenio sobre la zona especial fronteriza marítima de 1954.

Casi desde el inicio de la lectura del fallo, la Corte señaló que el acuerdo de 1952 "no hace referencia expresa a la delimitación de la frontera marítima de las zonas generadas por las costas continentales de sus estados parte".

Hasta ese momento, parecía que la balanza se inclinaba a nuestro favor. Sin embargo, para la Corte el acuerdo de 1954 establece un acuerdo fronterizo "tácito" entre ambos países.

"El convenio solo establece el acuerdo tácito, no indica la naturaleza de la frontera marítima ni sus dimensiones, solo que la frontera marítima va más allá de las 12 millas marítimas desde las costas", señaló Tomka.

El Tribunal considera que a pesar de que Chile no registró los acuerdos, ello no respalda la posición peruana. "La Corte concluye que esta frontera es una frontera a todos sus efectos", apunto.

La Corte aplica el paralelo (hasta las 80 millas) para definir el límite marítimo debido a que acepta la tesis chilena de que el convenio de 1954 establece un "acuerdo tácito" de límites.

Y ¿por qué 80 millas? En este punto la Corte se remite al acuerdo de 1954, que establece dado el objeto y fin de este tratado "la limitación de la frontera marítima en la medida de las actividades de pesca de bajura como de 1954 (que se supone 80 millas náuticas)".

La costa seca. Pero la nueva delimitación marítima abre una nueva discrepancia que Chile parece querer aprovechar. Al trazarse el paralelo desde el Hito 1 a lo largo de 80 millas se forma a lo largo de casi 200 metros un triángulo que se conoce como "Costa Seca", es decir una porción de territorio peruano con mar chileno (ver mapa). El presidente chileno, Sebastián Piñera ya ha declarado que ese triángulo debe pertenecer a Chile. Lo cierto es que la Corte Internacional de Justicia de La Haya ha dicho clarito que a ellos nadie les pidió determinar límites territoriales.

Coordenadas. En el fallo la Corte señaló además que si bien ha definido la nueva frontera marítima entre las partes, no ha determinado las coordenadas geográficas precisas.

Por ello, la Corte señala que le corresponde a las partes determinar estas coordenadas "de conformidad con la sentencia y en el espíritu de buena vecindad".

Fallo se leyó en el gran salón de justicia

El fallo de la Corte de La Haya fue leído por el presidente del tribunal, Peter Tomka, en el Gran Salón de Justicia del Palacio de la Paz (Holanda). Estuvieron presentes los otros 14 jueces de la Corte, además de la delegación peruana, encabezada por el agente Allan Wagner, y el equipo chileno, liderado por Alberto Van Klaveren.

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