jueves, 2 mayo 2024
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Ronald Ruiz: “Somos una ciudad que además de fuerza obrera tiene artistas y escultores”

El ilustrador nacido en Ciudad Guayana plasma su arte en rostros femeninos, utilizando varios materiales sobre un lienzo. Ahora transita una etapa de maduración artística que encuentra inspiración en su ciudad natal.

Rostros de mujeres estampados sobre papel con óleo, tiza, acuarela, grafito y pintura roban la mirada. Parecen fotos hasta que pasas el dedo por ellas y notas que tienen relieve. Detrás, Salvador Dalí y Frida Kahlo hechos con tiza y enmarcados en cartón te vigilan y en medio, un molino del Parque La Navidad, hecho también de cartón, tiene pinceladas inspiradas en La noche estrellada de Van Gogh. Estas son algunas obras de un artista plástico guayanés de 20 años: Ronald Ruiz.

Hadas azules del parque de la lluvia

Hecha en 2019, está inspirada en un escrito de Martín Lucena que trata sobre unas mariposas azules que se encuentran en el Parque La Llovizna y se dice que quien tiene la oportunidad de verlas, tiene felicidad en su corazón. Quienes no las ven durante el paseo por el parque, no están en una buena fase espiritual.

Ruiz, inspirado en esta historia, realizó en óleo sobre cartulina un hada sumergida de espaldas en el río Caroní, mostrando sus alas azules. Pronto espera hacer una obra más grande en la que hayan más ninfas azules.

Sus primeros bocetos fueron trazados a los 7 años. Luego aprendió a pintar de forma autodidacta a través de YouTube, libros y viendo a otros artistas regionales.

En búsqueda de formación pasó por varios talleres de arte en la ciudad. Desde los 7 años hasta su adolescencia fue instruido por el profesor Ramón Antonio Gimón el Chino en la Casa de la Cultura Héctor Guillermo Villalobos, en la urbanización Los Olivos. Estuvo en clases con Giovanni Berra en la Sala de Arte Sidor y también con Miguel Pedríquez en la Fundación Escuela de Artes Visuales Armando Reverón, en Villa Colombia.

“He estado nutriéndome de todos estos maestros, de todos he aprendido algo. Sin embargo, creo que es la práctica la que me ha llevado a tener la técnica que tengo hoy. Soy un niño que rayaba y pintaba las paredes y que canalizó su energía convirtiéndola en arte”, comentó.

Además de pintar, es estudiante del séptimo semestre de Contaduría Pública en la Universidad Nacional Experimental de Guayana (UNEG). También cursa el segundo semestre de Artes Plásticas, mención Pintura, en la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte) y es actor de teatro desde los 7 años.

Se define como un artista de medios mixtos porque sobre un mismo lienzo aplica diversos materiales. Ahora está centrado en perfeccionar la técnica del óleo. “El grafito lo mezclo con acuarela, la tiza pastel con tiza común, hay muchos materiales que hago que converjan en el mismo soporte y eso le da vida a la mayoría de mis obras”, explicó.

Se inspira en su entorno y confiesa que actualmente está en un proceso de maduración de obras ya que empezó pintando rostros femeninos, pero ahora está comenzando a ser consciente de toda la cotidianidad que lo rodea.

Ciudad Guayana, el nuevo centro de inspiración

La mayoría de las personas que observan el contenido de Ruiz en redes sociales no son de Ciudad Guayana; esta es una de las razones por las que el pintor está redireccionando sus obras para la urbe.

“Vivo en una ciudad que está pasando por un momento concreto de la historia, tenemos grandes personajes acá y todas sus historias están comenzando a inspirarme y me hacen generar obras”, expresó.

Abajo hay un mural colorido pintado con la ayuda de niños y adultos que estaban en una cola en el Bus de Tránsito Rápido (BTR) en la Plaza del Hierro el año pasado | Fotos William Urdaneta

El ilustrador está participando como encargado de arte de la película guayanesa El Salto de Los Ángeles, por lo que ha visitado distintos lugares del sur del estado Bolívar como Tumeremo, El Callao y la Gran Sabana. El rodaje lo ha llevado también a sectores como La Gallina, Campo Rojo y La Laja en San Félix.

“Esta experiencia de visitar estos sitios me ha nutrido, entonces este año mi meta es pintar las maravillas naturales que vi y espero que el público guayanés tenga mayor receptividad y puedan identificarse”, comentó.

Ruiz recuerda que, desde su niñez, Ciudad Guayana está marcada por las industrias de metales. El joven quiere destacar su punto de vista de que Ciudad Guayana es más que las empresas básicas, sobre todo ahora que están en declive.

“Somos una ciudad que además de tener fuerza obrera tiene artistas y escultores y son esos puntos donde nos tenemos que afincar para recuperar cosas que hoy en día nos afectan como la falta de cultura, que aunque hoy no está tan relacionada con las artes, es desde el arte que se pueden modificar conductas culturales”, enfatizó.

El taller del Ruiseñor

El taller del Ruiseñor es el emprendimiento de Ruiz este 2020. Lo ha configurado como un espacio para dar clases de pintura y dibujo a personas con o sin experiencia, en la sede de Buscadores de Libros en el Centro Comercial Zulia en Alta Vista; promocionar sus obras en redes sociales y diseñar encargos con la intención de que su arte sea sustentable.

“Todos sabemos que ser artista plástico en una ciudad en la que la cultura del arte no es todavía una industria, es un reto. Es bien bonito pintar y todos admiran el arte, pero todavía vivimos en un país que no da oportunidades a los jóvenes artistas para generar ingreso a partir de sus obras; a pesar de eso la respuesta es ser creativos y esta es mi manera de financiar el arte que produzco”, enfatizó.

Una amplia ventana en Instagram

El ilustrador es líder de @artistas.latinos, una comunidad digital de arte latinoamericana en Instagram, creada por él -en 2016- para mostrar el talento de jóvenes pintores sudamericanos. Hoy son más de 11 mil personas reunidas en ese perfil.

“Esto empezó como un hobby en mis tiempos libres; en ese momento sentía que no había un espacio en que los artistas jóvenes latinos tuviésemos una representación y decidí crear una galería digital en la que yo mismo me encargaba de curar contenidos de otros artistas y publicarlos”, explicó.

Florecen las amapolas

Es parte de un seriado rojo y negro que realizó el joven el año pasado -2019-, inspirado en el nivel de delincuencia que experimenta la ciudad. Florecen las amapolas es resultado de un robo que vivió Ruiz una tarde de diciembre al salir del Centro Comercial Zulia, ubicado en la parte alta de Puerto Ordaz.

“Yo pensé que después de tanto esfuerzo que hacemos por realizar nuestro trabajo, florecen las amapolas rojas de la delincuencia y se llevan lo que con tanto esfuerzo conseguiste”, explicó, señalando la obra hecha con grafito y acuarela sobre cartulina.

 

En 2019 llevó esa propuesta a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) a través del programa Estamos comprometidos, que se encarga de reunir las ideas de jóvenes latinoamericanos que busquen generar impacto e innovación enmarcados en los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible.

“Ese emprendimiento lo alineé con el objetivo de generar empleo para artistas en Latinoamérica; el proyecto se trataba de generar una página web donde hubiese una galería de latinos; me fue bien, pero eran más de mil propuestas, pasé hasta la tercera fase y no quedé seleccionado, pero igual fue una satisfacción para mí”, expresó.

También en septiembre de 2019 organizó un encuentro de pintores y escultores guayaneses en busca de crear una comunidad firme en la ciudad: “Hay una generación que es considerada como los maestros del arte, el maestro Pedríquez, Berra, Fícaro, pero no hay una conexión entre ellos y la generación actual, mi interés era reunirnos a ver cuántos somos y somos una cantidad considerable”. En este año espera organizar otros encuentros.

Próximos planes

Teniendo como base su evolución artística, Ruiz se propone crear este año una serie de murales de la cotidianidad de los guayaneses, a partir de los viajes realizados para filmar El Salto de Los Ángeles.

Ser profesor no es algo nuevo, Ruiz da clases de pintura desde los 15 años

“Tuve oportunidad de visitar comunidades pioneras de la ciudad como Campo Rojo y me di cuenta que hay espacios donde hay bellezas y la mayoría de los ciudadanos no somos conscientes de eso. Cuando visité las orillas del río Caroní del lado de San Félix se veía un contraste entre la ciudad que está al frente, Puerto Ordaz, llena de edificios y en la orilla del río habían canoas, pescadores y niños jugando”, comentó.

El artista quiere plasmar lugares que la mayoría de los guayaneses desconoce o ignora y pintar el híbrido de una ciudad potente frente a otra que, al lado, muestra más carencias. Próximamente, junto a otros pintores, espera hacer una exposición de obras intervenidas de las piezas de cartón de José Brouzzo, artista plástico regional. También continuará con las clases en Buscadores de Libros.

Tiene en agenda Colores para el parque de Villa Granada, un mural que un grupo de artistas locales realizará entre el 14 y 17 de febrero en la urbanización del mismo nombre, en Puerto Ordaz. Ruiz espera que la iniciativa se replique en otras comunidades de Puerto Ordaz y San Félix.

“Me enriquece compartir con otros talentos y ver que en Ciudad Guayana hay personas interesadas en el arte y que, algún día, esperan desarrollar obras artísticas y hacer una ciudad distinta, en la que se puedan modificar conductas a través del arte”, argumentó.