Reconstruir un manto de Paracas toma ocho meses

Denis Merino
Diario UNO

Reconstruir y conservar piezas arqueológicas como tejidos, cerámicas, material lítico de las antiguas culturas prehispánicas entre otros, se necesita aparte de material que permita la conservación, profesionales calificados que dediquen varias horas del día durante meses a trabajar en una sola pieza.

Cuando observamos, por ejemplo, un manto Paracas, no imaginamos que en su preservación dos especialistas a tiempo completo dediquen un promedio de ocho meses en dejar la tela casi en perfectas condiciones.

Las telas Paracas fueron parte del descubrimiento en el territorio de la península pisqueña de dicha cultura en 1920, por el padre de la arqueología peruana Julio C. Tello.

DEMOSTRACIÓN
Esto quedó demostrado en la reciente Feria de Ciencias denominada “La Ciencia de la Conservación del Patrimonio Cultural” organizada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Concytec) efectuado en un ambiente de la sede del Museo de Pueblo Libre y ante la presencia de grupos de escolares que acudieron al evento.

En la exposición se pudo apreciar el arduo trabajo que despliegan especialistas en los procesos empleados para la conservación de bienes culturales y que pertenecen a la Unidad de Conservación Preventiva del Museo, recientemente creada.

Haydeé Grández y Mirtha de la Cruz, conservadoras textiles, manifestaron que el recinto cultural conserva una importante colección de textiles que llega a las cuarenta mil piezas inventariadas, entre ellos los famosos mantos Paracas como también de las culturas Chavin, Wari, Nasca, Moche, Chimu y Chancay.

LABOR MINUCIOSA
Respecto a los multicolores y admirados mantos Paracas explicaron que por su antigüedad de mas de dos mil años se les hallaron algo deteriorados y que para poderlos reconstruir primero analizan si son de algodón o de fibra de camélidos.

“Cuando el manto llega a nuestras manos, lo primero es su limpieza que hacemos con una aspiradora especial pero colocando primero una malla de fibra de vidrio, hay piezas que necesitan humectación, lo que hacemos con un jabón neutro y usando unos pequeños pinceles, sin introducir la pieza enjuagamos con agua destilada y secamos muy suavemente con papel toalla.”

En cuanto a la recuperación de los diseños, manifestaron que se hace en base a los dibujos del manto, usando sus hilos originales que siempre están desperdigados. “De lo contrario se perdería su autenticidad o estaríamos falseando la tela, nos ayudamos con hilos de seda únicamente para coser, para consolidar los hilitos pequeños, es una tarea ardua y delicada” expresa Grández.

DETERIORO
Tanto ella como las demás profesionales siguieron estudios de conservación preventiva aparte de otros, tanto en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes como en la Universidad de San Marcos.

FUENTE: Diario UNO

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